Manuel Alejandro Álvarez Torres                  

Agencia Reforma

 

Culiacán, México 20 agosto 2024.- Al menos 10 homicidios registrados entre viernes y sábado en el estado de Sinaloa están relacionados con la entrega de Ismael «El Mayo» Zambada a las autoridades de Estados Unidos.

 

El Gobernador Rubén Rocha (Morena) reconoció que hay preocupación en la entidad ante un eventual ajuste de cuentas entre facciones del Cártel de Sinaloa, luego de la traición de Joaquín Guzmán López al «Mayo».

 

«Estos 10 asesinatos tienen que ver con las organizaciones del crimen organizado», dijo el Mandatario, quien admitió desconocer si esta disputa puede escalar en los próximos días.

 

Sobre los vínculos de Martín García Corrales, uno de los 10 ejecutados en los últimos días, y ligado con el Partido Sinaloense (PAS), el Mandatario negó tener información al respecto.

 

En un informe publicado por el Gobierno de Estados Unidos se señaló que «El Tano» era hermano de un hombre llamado Leobardo, alias «El Leo». Ambos fueron ligados a las operaciones de «El Mayo» Zambada y con el grupo de «Los Chapitos», como se le conoce a los hijos de Joaquín «El Chapo» Guzmán.

 

La Fiscalía de Estados Unidos acusó ante una corte en el distrito sureste de Nueva York que los hermanos García Corrales habían traficado fentanilo a ese país.

 

Martín, en específico, era quien ejecutaba el trasiego del opioide y fue señalado también por tráfico de armas.

 

«El Tano» tenía, de acuerdo al documento en la corte, socios para distribución en múltiples locaciones alrededor de Los Ángeles.

 

La reacción estatal el envío de 600 militares en un convoy encabezado por camionetas con armamentos de alto calibre, como si fuera un desfile para demostrar fuerza y superioridad sobre de grupos criminales.

 

El recorrido de los militares hizo recordar a los habitantes de Culiacán el despliegue de soldados registrado en octubre de 2019, cuando fue el primer intento para detener a Ovidio Guzmán López, hijo «El Chapo», o los que se hicieron durante la llamada «guerra contra las drogas» entre 2006 y 2012.

 

En cualquiera de los casos, esos desfiles sólo fungieron como demostración de poder antes, durante y después de olas de violencia.

 

Los 600 militares marcharon y se integraron a labores de contención de la violencia junto con otros 400 elementos que fueron enviados a Sinaloa entre el 26 y 28 de julio, apenas sucedió la detención de Zambada en EU.

 

De acuerdo con la Sedena, antes de la llegada de estos mil militares ya se tenía a 2 mil 800 en territorio sinaloense, pero en labores operativas como desmantelamiento de laboratorios para drogas sintéticas o rescate de personas por lluvias.

 

Con información de Marcos Vizcarra.

 

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