Héctor Larios
Llegó a hora de la verdad. México y Veracruz tienen una cita con la historia. Que sean los ciudadanos quienes decidan el rumbo y no sea la violencia electoral quien imponga la ruta de los próximos seis años.
La tarea ciudadanía tiene en sus manos nuestro destino como estado-nación, nosotros elegiremos sí continua un régimen de autoritarismo o dar un giro que apueste por la protección de los Derechos Humanos y las libertades plasmadas en la Constitución.
Lo primero será respetar al árbitro, para que con imparcialidad reciba y cuente los votos con transparencia. Habrá mas de 22 mil observadores electorales para su vigilancia. Que la jornada se lleve en paz y armonía. Que los funcionarios de casilla impongan cabalmente su autoridad impidiendo que los representantes de los partidos presionen al elector.
Si respetamos la legalidad del proceso, el resultado brindara legitimidad a los ganadores. Sería el principio para una operación cicatriz que cure la polarización.
Estos días descansamos de las mañaneras, el programa propagandístico del presidente. Sirvió como distractor al imponer la agenda nacional. Llenar los espacios de noticias con sus declaraciones y ocurrencias que lo pintaron de cuerpo entero. Con altos costos, muertes, sangre y muchos millones golondrinos.
Se acabaron las campañas. Hay dos proyectos completamente diferentes. Lo que la opinión pública debe saber ya está dicho.
Tenemos a un gobierno que sueña tener el control total del poder económico y político. Para logarlo deberá desaparecer a su mínima expresión los órganos autónomos, este ansiado totalitarismo, del inquilino de palacio y sus fieles seguidores, afortunadamente no se ha concretado desde los poderes Legislativo y Judicial, a pesar de la sumisión de los diputados morenistas y aliados, ese es su papel, levantar el dedo y decir a todo que sí, sin mover una coma de las iniciativas de ya saben quién.
Por ese motivo, la votación para diputados y senadores es de vital importancia. Hay que impedir la amenaza. Morena requiere carro completo. Cuidado.
Cómo estarán las cosas que su unieron el agua y aceite, convertidos en el Frente Opositor, para detener esta barbaridad. Morena representa el autoritarismo, y con ello la limitación de las libertades. Son una amenaza a la vida democrática y sus instituciones.
Se agotaron sus argumentos contra la corrupción, Morelos, Veracruz y los desfalcos en las megaobras son mayúsculos. Sus malos gobiernos los ponen contra la pared. Este domingo podrían ser objeto del voto de castigo. Las políticas asistencialistas son su esperanza de control social de ciertos sectores de la población. ¿Les alcanzará?
En seis años México, no ha mejorado, las promesas del 2018 fueron una trampa, un engaño. Por el contrario, en rubros como la seguridad estamos peor, así como en feminicidios, inflación, desaparecidos, un sistema de salud fracturado, el sistema educativo reprobado. La política económica ve hacia atrás en un mundo globalizado, que requiere cuadros mejor preparados, tecnología de punta, energías renovables y suficiente, seguridad y carreteras en buen estado, agua y un sistema de salud de calidad para todos y todas. Todo ello son rubros de las otras seguridades, no solo militares y policías. Un sistema de seguridad pública que garantice paz, lo que permitiría inversión, mejores empleos que eleven la productividad y México pueda insertarse en la economía mundial por su posición geopolítica. Esos son algunos de los retos que el país enfrenta. ¿Qué fuerza política puede dar respuesta?
Usted tiene la decisión. Vemos hacia el futuro de nuestros jóvenes o seguimos caminando para atrás, en nombre de los pobres para favorecer a los ricos.
Si gana Claudia, a la crisis financiera se sumará una crisis política. Desde mi punto de vista, Morena no es opción para México.
En el otro frente, la marea rosa dio color. Gane o pierda deberá consolidarse como movimiento contestatario. No para buscar espacios personales, sino para fortalecer instituciones, visibilizar errores y debilidades del sistema, impulsar una agenda nacional para fortalecer proyectos que den vida al México seguro, libre, educado, culto, sano. Donde se pueda caminar por las calles sin miedos.
Ser la vanguardia intelectual y cultural capaz de tejer una fuerza hegemónica que represente a todas las visiones.
Finalmente, los ganadores, partidos y representantes populares deben recordar que representan a su distrito, a los ciudadanos y no a intereses partidistas, representan a México.
Así que todos a Votar.
