Raúl Narváez                                     

Agencia Reforma

 

Ciudad de México 11 julio 2024.- Los huachicoleros han hecho coladeras de algunos ductos de Pemex.

 

Pese a que el Presidente prometió poner control, las tomas clandestinas para la ordeña de combustibles aumentaron 123 por ciento en los primeros cinco años del sexenio de AMLO, con respecto al mismo periodo de la gestión de Enrique Peña.

 

De 2019 a 2023, Pemex contabilizó 64 mil 32 piquetes en su sistema de distribución, la cifra más alta en la historia de la empresa y muy distante de las 28 mil 688 tomas clandestinas registradas entre 2013 a 2017.

 

El huachicoleo continúa y a plena luz del día es fácil constatar la venta de combustible ilegal en las autopistas México-Querétaro y México-Puebla.

 

Pese a la presencia de la Guardia Nacional en esas vialidades, son cientos los puntos de venta ilegal al paso de los automovilistas.

 

A un costado de las vías, mujeres y hombres ondean franelas, ponen en el suelo garrafas o bidones para llamar la atención de automovilistas frente al patrullaje de elementos de la Guardia Nacional.

 

A la altura del kilómetro 80, en el sentido de Puebla a la Ciudad de México, hay una gasolinera establecida y más adelante al menos 11 casetas de madera y lámina, donde se ofrece «talacha» y el combustible robado a menor precio que en las estaciones de servicio legales.

 

Tras darse a conocer la proliferación de piquetes en 2019, AMLO ordenó el cierre de ductos y transportar combustible en pipas.

 

Sin embargo, los huachicoleros aceleraron esta práctica ilegal, en ductos que van de Tuxpan, Veracruz, a la Refinería de Tula, en Hidalgo o de Tula a la CDMX y a la Refinería de Salamanca, así como hacia el estado de Jalisco.

 

AMLO aseguró el pasado 9 de julio que se ha reducido en 94.2 por ciento el robo de combustible y entre el primero de diciembre de 2018 al 30 de junio pasado, se han «ahorrado» 337 mil 730 millones de pesos, monto equivalente al costo de la refinería de Dos Bocas.

 

Sin embargo, según las cifras oficiales, los piquetes de huachicoleros se han incrementado con el riesgo que implica para las comunidades donde ocurren las tomas clandestinas.

 

De acuerdo con información del Gobierno federal, cada día los huachicoleros ordeñan a Pemex 747 mil 240 litros de combustible, equivalentes a 25 pipas de 30 mil litros, como las que surten las estaciones de servicio de la empresa.

 

Esto significaría que los traficantes de combustible obtienen al menos 18 millones de pesos al día y unos 562 millones de pesos al mes.

 

En el Informe Nacional de Seguridad, el Gobierno federal informó que en todo 2023 reportó una desviación por mercado ilícito de combustible de 4 mil 700 barriles diarios.

 

En 2024, la sustracción de hidrocarburos se mantiene en la misma cifra.Huachicoleros sin controlEn ese trazo, entre el kilómetro 70 y el 80 de la México-Puebla, existen al menos 15 casetas de huachicoleros distribuidas en ambos sentidos de la pista que son fáciles de identificar.

 

A la orilla de la superficie de rodamiento, los vendedores del combustible ordeñado colocan garrafas o bidones, mientras una persona ondea una franela para llamar la atención de potenciales clientes que circulan por la autopista.

 

Este tramo se localiza a la altura del municipio de Santa Rita Tlahuapan, Puebla, desde 2012 identificado como zona de huachicol.

 

Habitantes de la localidad dijeron a Grupo REFORMA que el cierre del ducto y el cambio de estrategia de traslado de combustible redujeron el volumen de producto ilegal ofrecido, pero los controles de las autoridades no terminaron con la comercialización de lo robado.

 

Advierten que aún hay decenas de personas que se dedican a la ordeña de los ductos o al robo de pipas de gasolina y gas para después revender el combustible en sitios como la Autopista México-Puebla.

 

«Ahí se ve la gente a la orilla de la autopista, siguen en el mismo lugar», compartió una mujer del municipio, quien mantuvo su nombre en el anonimato por temor a represalias.

 

De acuerdo con información de pobladores, los huachicoleros venden principalmente gasolina y diésel, productos que obtienen de la ordeña y robo de pipas.

 

En un paradero, un carguero llenaba su tanque de una garrafa, mientras el conductor esperaba a un costado, junto al despachador.

 

En el sentido de la Ciudad de México a Puebla sólo son cuatro las casetas detectadas a simple vista en el mismo tramo, pero con mayor número de consumidores.

 

Al final de ese recorrido hay otra estación de servicio, de Shell, prácticamente en frente de la del sentido contrario.

 

Según el Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (IGAVIM), Puebla tuvo un aumento de 66.67 por ciento en el robo de combustible en el primer trimestre de 2024 en comparación con el mismo periodo de 2023, al pasar de 120 a 200 tomas clandestinas detectadas.

 

Aunque en el desglose de ordeñas por municipios, las demarcaciones poblanas que destacan son Huauchinango, Ahuazotepec y Jalpan, los tres en la Sierra Norte, mientras que la venta de huachicol en Santa Rita Tlahuapan continúa vigente.

 

Con información de Francisco Rivas

 

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