Pedro Peñaloza

“Una obediencia ciega

siempre implica una ignorancia extrema”.

Jean- Paul Marat

El escenario estaba listo y cada quien tenía que cumplir con su libreto. La mayoría artificial del morenismo y sus empleados se aprestaban a desgañitarse y a doblar el espinazo para formalizar el arribo de su nueva guía, diez veces fue interrumpida Claudia Sheinbaum en su perorata ante el Congreso de la Unión. El discurso estuvo lleno de lisonjas y alabanzas a su inventor: López Obrador. La ex activista “rebelde” y “subversiva” adoptó el lenguaje de la abyección y la plegaria. Patética.

La científica no se midió en sus exaltaciones, repitió hasta el cansancio las consignas de siempre. Catárticas e insustanciales. Los legisladores del oficialismo cumplieron su rol, no tuvieron límites para exhibirse de manera grotesca, se atropellaban por una foto. El olor a naftalina invadió San Lázaro.

Sheinbaum habló de un país imaginario. Mintió sin ningún recato. Su balance del gobierno saliente fue omiso y errático. De la seguridad pública, tema central para la agenda pública, no dijo nada sustancial. Repitió la cantaleta de “atacar las causas”, cuando el gobierno cierra con cerca de 200 mil homicidios dolosos, superando por mucho a los gobiernos de Fox, Calderón y Peña. Ahora, con la ratificación de la hegemonía castrense, se mantendrá el mismo esquema reactivo y cómplice con la delincuencia.

En lo referente al rubro social, la ex integrante del CEU señaló que 9.5 millones salieron de la pobreza, según datos del Banco Mundial. ¡Caramba! Institución intervencionista, que junto al Fondo Monetario Internacional, impusieron el modelo neoliberal, según López Obrador. La nueva presidenta “olvida” que, según cifras del Coneval aumentó el número de personas sin acceso a la salud, en pobreza extrema y en rezago educativo.

Asimismo, la científica no sabe la diferencia entre pobreza y desigualdad. Ya que en el gobierno saliente se profundizó la brecha entre los deciles y los ultra ricos aumentaron sus ganancias de manera notable (Véase estudios de Oxfam).

Sheinbaum no ofrece nada nuevo, ahora presenta como gran “novedad” que otorgará pensión a las mujeres de 60 años y más. Otra vez transferencias monetarias directas para incrementar el consumo, pero mantener estacionada la pobreza.

En realidad, lo que viene es un nuevo bloque gobernante caracterizado por la opacidad, el clientelismo y la alianza con los dueños del dinero. Igual que AMLO.

Por cierto, se ufanó al decir que “llegaban todas”, aunque no mencionó a las madres buscadoras. Le ganó la demagogia. En realidad, no le importan, ya que exhiben el fracaso de la política de seguridad. El futuro no pinta bien.

@pedro_penaloz

Instagram
WhatsApp