• Jornada académica y cultural a medio siglo del fallecimiento de la escritora. Intervienen diversas instancias universitarias. Incluye el rescate de sus textos periodísticos, parte de la correspondencia con su pareja, una conferencia magistral, un conversatorio, y la lectura de su poesía

Marisa Belausteguigoitia / Brenda Macías    

Este 7 de agosto se cumplen 50 años del fallecimiento de la escritora mexicana Rosario Castellanos y el Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG, con su Coloquio Internacional anual), junto con las coordinaciones de Humanidades y de Difusión Cultural (a través de la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial y la Dirección de Literatura y Fomento a la Lectura) y la Facultad de Filosofía y Letras –entidad que cumple su primer centenario–, conmemoran la fecha con la jornada académica y cultural Rosario Castellanos, un resplandor único.

 

Con esta jornada, la UNAM enaltece la obra de esta escritora, orgullo de la Facultad de Filosofía y Letras, mediante la presentación de dos libros: Mujer de palabras. Artículos rescatados de Rosario Castellanos y Cartas a Ricardo; una conferencia magistral de Sara Uribe: Aquí arder, aquí hablar; el conversatorio De mi sueño nací, mi sueño me sostiene: presencia y diálogos de Rosario Castellanos con la literatura actual, en el cual participarán Diana del Ángel, Jazmina Barrera y Olivia Teroba; y la lectura de su poesía con la primera actriz Arcelia Ramírez. Estas actividades se llevarán a cabo el miércoles 7 de agosto, de las 9:30 a las 20:00 horas en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras.

 

Precursora

Con la reedición del libro Mujer de palabras. Artículos rescatados de Rosario Castellanos, compilado por Andrea Reyes y coeditado por el CIEG con el apoyo de la Coordinación de Humanidades, el Fondo de Cultura Económica y el Instituto de Investigación de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social, se destaca la faceta periodística de Rosario Castellanos.

De acuerdo con la investigadora de UC Mexicanistas, Andrea Reyes, los editores de Rosario Castellanos ignoraron los textos más leídos –los periodísticos– por considerarlos un arte menor. En esta subestimada faceta periodística sobresale su perfil como precursora de los movimientos feministas en México, su culto a la verdad, a la objetividad, a la independencia del juicio, a la insumisión a autoridades, al amor por la libertad y a su sentido de justicia.

Mujer de palabras recupera en dos volúmenes cerca de 400 artículos periodísticos. El primer volumen abarca desde 1947 hasta la masacre de Tlatelolco, en 1968, y destaca un momento decisivo para la sociedad mexicana: la masacre del 2 de octubre. En su columna semanal en el periódico Excélsior, Rosario Castellanos comenta los sucesos y los múltiples conflictos con el gobierno. El volumen cierra con los ensayos que responden a esta atrocidad y que fueron publicados hasta el 11 de enero de 1969.

El segundo volumen recupera los textos escritos desde 1969 hasta su muerte, en 1974, en Tel Aviv, cuando era embajadora de México en Israel. Rosario Castellanos expresa la urgente necesidad de algo que hoy nos apremia: decir con verdad en un país alterado severamente. Decir con toda clase de prevenciones en contra de la grandilocuencia, con ironía y aceptando lo desagradable, como lo expresó en su momento el escritor José Emilio Pacheco.

Rosario Castellanos tenía un particular “decir” para entender a las mujeres de México –presas de una triple alienación social: de clase, sexual y racial– y desde ese decir, invita a sus lectoras a inventar los cimientos de una conciencia feminista. Andrea Reyes lo expresa así: “Nadie en este país tuvo, en su momento, una conciencia tan clara de lo que significa la doble condición de mujer y de mexicana, ni hizo de esta conciencia la materia misma de su obra, la línea central de su trabajo”.

Mujer de palabras alumbra un acontecimiento especial, la publicación de un artículo perdido: “El mundo de los jóvenes: entre la tolerancia y la fuerza”, publicado por primera vez el 16 de noviembre de 1968. Este texto no había sido recopilado en antologías y desmonta la hipótesis que sugería que Rosario Castellanos no había escrito entre el 2 de octubre de 1968 –fecha marcada por la masacre de estudiantes en Tlatelolco– y el 23 de noviembre del mismo año. El artículo expone cómo se había negado un futuro a la juventud y “el mejor de los mundos posibles”. Destaca que ni la Universidad, ni las instituciones políticas, como los partidos, estaban a la altura de las necesidades de la población juvenil. En este texto Rosario Castellanos subraya la poca atención que se le daba al reclamo de los jóvenes, quienes exigían un cambio de fondo en las estructuras políticas y sociales de México.

Propuso como solución crear un nuevo partido político, pero veía ese cambio lejano porque la clase política de la época carecía de liderazgos con prestigio moral e intelectual, y quien pudiera erigirse al mando de esta nueva fuerza política debía tener “la candidez de la paloma y la malicia de la serpiente”. Rosario anhelaba que su Universidad fuera crítica de la vida pública, abierta a la participación directa y responsable en el cambio estructural.

En esta reedición de Mujer de palabras, Rosario Castellanos muestra un ser de palabras y de silencios, elocuente y significativo, enmarcado en una prosa que dice con verdad. Andrea Reyes lo expresa de manera puntual: Rosario Castellanos fue una escritora profundamente congruente, segura de que la violencia sería vencida sólo con el raciocinio y el diálogo, y que la paz sólo puede emanar de la justicia.

En la Torre de Rectoría con Carlos Valdés, Juan Rulfo, José Emilio Pacheco, Alberto Dallal y Juan García Ponce.

Las cartas

Cartas a Ricardo es una colección de correspondencia íntima entre Rosario Castellanos y su pareja Ricardo Guerra, escrita entre 1950 y 1967.

Las cartas de la autora documentan su relación personal y amorosa, ofreciendo una visión profunda de la vida emocional, intelectual y profesional de Castellanos.

Publicado por primera vez en 1994, este libro se reedita treinta años después en la colección Vindictas. Novela y memoria, de Libros UNAM. Incluye el prólogo original de Elena Poniatowska y la introducción del editor Juan Antonio Ascencio. Además de una nueva introducción de Sara Uribe, quien resalta la importancia de estas cartas como una obra literaria y un testimonio de autoafirmación y resistencia.

En el prólogo, Elena Poniatowska declara que ningún otro autor mexicano ha dejado un testimonio tan enriquecedor. Las cartas reflejan las luchas internas de Castellanos, su amor por Guerra y el compromiso con su vocación como escritora, revelando vulnerabilidad y fortaleza a la vez.

Además, abarcan diferentes etapas de su vida y fueron escritas desde diversos lugares, lo cual favorece que las y los lectores puedan dimensionar el contexto de la poeta y su legado.

En la introducción de Sara Uribe se resalta la relevancia de estas cartas no sólo como un archivo epistolar, sino también como una obra literaria que permite dialogar con las nuevas generaciones.

Por su parte, Rosa Beltrán escribe en la cuarta de forros: “Las Cartas a Ricardo, de Rosario Castellanos, constituyen un tesoro y un documento único en la literatura mexicana de la primera mitad del siglo XX. No sólo son la crónica amorosa de uno de los personajes más logrados de nuestra tradición escrita por sí misma, Rosario, sino el amuleto a través del cual podemos conocer los prejuicios de las instituciones que subordinan los sentimientos a la luz de la razón […] Y el que en esta edición la UNAM se haya propuesto rescatarla para sus lectoras y lectores es otro acto de resistencia contra el olvido”.

Consulta el programa de la jornada académica y cultural Rosario Castellanos, un resplandor único en https://bit.ly/3RYRamR

FUENTE: UNAM

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