• Poesía, lectura, exilio y periodismo conformaron un mosaico en la Filuni

Ricardo Cervantes Malfavón / Cultura UNAM    

 

La sexta Feria Internacional del Libro de las Universitarias y los Universitarios (Filuni) abordó como uno de sus temas centrales el exilio, visto desde las miradas de diferentes autoras y autores internacionales. Tema oportuno del encuentro literario y editorial, pues tiene este año como invitada de honor a la Universidad de la República, Uruguay. El pasado miércoles y jueves destacaron también actividades en torno a la poesía, a la evocación del entrañable Eduardo Galeano en su faceta de periodista; la charla amena del poeta Luis García Montero o la reflexión en torno a la lectura contemporánea desde Eslovenia.

Marca de vida

Entre libros, editoriales y festejo, la Filuni recibió al poeta español Luis García Montero para charlar sobre su vida, obra y su iniciación en la poesía, en compañía de la escritora Rosa Beltrán, coordinadora de Difusión Cultural UNAM y la poeta y traductora María Baranda.

El director del Instituto Cervantes evocó a su natal Granada, a su padre, un militar que enamoró a una estudiante de Filosofía y Letras, quien, después de casarse, dejó sus estudios de lado para dedicarse a las labores domésticas.

“Mi madre siempre estuvo en busca de una niña, pero como veía que nacían sólo varones, se dio por vencida cuando nació el sexto hijo”, rememoró García Montero.

Contó que era un niño travieso que junto con sus hermanos destruían todo a su paso, tanto así que sus padres decidieron crear una habitación especial para las visitas, a la que no podían entrar sus hermanos ni él. Fue a los 12 años, en esta misma habitación, donde tuvo su primer acercamiento con la poesía por medio de la colección completa de Federico García Lorca. “Me encontré con la poesía de Lorca en un lugar sagrado”, añadió Montero.

Aquél fue el suceso que impulsó al escritor a entender la poesía, lo que produjo en él, desde muy joven, un gusto único que lo llevaría incluso a enseñarla como profesor de universidad.

Ante la pregunta de María Baranda acerca de qué era lo más importante para aquel niño que se convirtió en poeta, García Montero explicó al público cómo aquel encuentro con Lorca marcó su vida desde temprana edad, al descubrir su vocación y saber que tenía que investigar para comprender lo que estaba leyendo. Así fue como indagó y se adentró en la obra del autor del Romancero gitano, desde su exilio hasta su fusilamiento, sucedido 20 años antes del nacimiento del propio García Montero.

La política también marcó parte del crecimiento del autor de Habitaciones separadas y Almudena, ya que desde su época de universidad buscó siempre apoyar a la democracia, misma que vio consumarse en su país el 20 de noviembre de 1975.

Con nostalgia en la voz, recordó el último libro de poemas que le escribió a su esposa, la autora Almudena Grandes, titulado Un año y tres meses, en el cual trabajó mientras transitaba el proceso de enfermedad de su compañera de vida.

El poeta cerró el conversatorio con dos poemas, uno político llamado “Morelia”, escrito como un agradecimiento a México por el apoyo tras el exilio español, y otro más personal, que lleva por nombre “Mujer”, y que evoca una historia de amor real que vivió en los 90.

El lugar de lo otro

Horas antes del conversatorio de Montero, se llevó a cabo en el mismo foro la mesa de diálogo, Estampas del exilio, en la que América Zepeda, nieta de exiliados españoles, reflexionó sobre el tema en compañía de Marisol Schulz, Alejandra Amatto, Carlos Pereda y el embajador de España en México, Juan Duarte.

Cuenta el escritor, investigador emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México y filósofo uruguayo, afincado en nuestra nación, Carlos Pereda, que uno sólo llega a conocerse cabalmente a través del exilio y de la distancia que éste impone, pues es un espacio en el que el autor “resiste lo conocido y se enfrenta a lo otro.”

Marisol Schulz contó que ella vivió el exilio a través de los relatos de su familia, quienes eran exiliados de una España en Guerra Civil. Recordó que se hacían llamar refugiados, por las pérdidas y nostalgias que pasaron al salir de su país natal.

“No se podía volver a una España fascista y franquista, como les pasaba a los exiliados en aquella Latinoamérica asolada por las dictaduras. En su momento te jugabas la vida, no era algo que quisieras, era un exilio forzoso”, agregó Schulz.

Juan Duarte señaló que “es difícil estar exiliado en tu propia nación. Tiene que haber un compromiso político y una reparación histórica, en los que la memoria no sólo es justicia, sino también libertad”.

Asimismo, reiteró que todo tipo de exilio debe ser respetado por la trayectoria histórica.

Pereda, acreedor a diversos premios por su libro Los aprendizajes del exilio, también reflexionó en torno a dicho fenómeno y a su impacto en las y los poetas exiliados:

“A mí me interesó comparar cómo los poetas, tanto de América del Sur como de España, vivieron el exilio en tres diferentes tiempos. Hay una cantidad de poetas que lamentan el haber perdido todo y hubo otro grupo que no vio el exilio como una pérdida, si no como una resistencia. Algunos tomaron este suceso como un recomenzar en su vida”, explicó.

Por su parte, Alejandra Amatto, escritora uruguaya-mexicana y maestra e investigadora de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, y quien llegó a México hace 23 años, reflexionó sobre el libro Estado de exilio, de Cristina Peri-Rossi, y recordó que al momento de leer la obra pudo entender mejor ese duelo del exilio, esa pérdida.

El Coloquio Internacional de Edición Universitaria fue inaugurado por Mihael KovaĈ, profesor de la Universidad de Liubliana, en Eslovenia, quien impartió una conferencia sobre la lectura de libros y el multilingüismo en la era de la inteligencia artificial, con el fin de promover la lectura de medios impresos sin denigrar los escritos digitales.

“Me gustan las computadoras, pero debe haber un balance entre los diferentes medios” expresó KovaĈ.

KovaĈ, quien ha estudiado a fondo los diferentes cambios que generan las pantallas en relación con la lectura de textos digitales, considera que el Manifiesto de Liubliana sobre la lectura como iniciativa para reivindicar la importancia de la lectura en una era digital plagada de fakenews ha marcado el inicio de una nueva época. Este documento se centra en lo importante de fomentar el pensamiento crítico en un contexto en el que se ha perdido el hábito de la lectura impresa. KovaĈ considera también que el Manifiesto busca reconocer la relevancia de la lectura profunda.

“Se han realizado estudios donde queda claro que los textos impresos se entienden y se comprenden más que cuando se leen en pantallas” reitera el académico.

“Los científicos usan las computadoras para tener varios textos que sirven para su investigación; sin embargo, está comprobado que cuando es de un tema de interés y complejo, ellos mismos imprimen el texto para leerlo en papel” complementa.

Evocación de Eduardo Galeano

La reciente desaparición de Eduardo Galeano se vuelve presencia de la mano de Román Cortázar, quien presentó su libro Eduardo Galeano. Las orillas del silencio, en el que analiza la vida y obra del periodista uruguayo, uno de los escritores más influyentes en Latinoamérica.

Cortázar inició este escrito con el apoyo de Galeano. Recibió cartas con frases concretas que lo ayudaron al desarrollo de la obra, que ahora se ha publicado con el apoyo de la UNAM, la Universidad de la República (Udelar), Uruguay, y la editorial Siglo XXI.

“Hace 10 años Eduardo me escribió, en una de esas cartas suyas que parecían más tuits, lo siguiente: te sugiero que trabajes el libro lentamente, línea tras línea, página tras página, que al fin y al cabo nadie te corre”.

Con la participación de Rodrigo Arim, rector de la Udelar (Universidad de la República, Uruguay); Liliana Weinberg, crítica literaria y quien en vida conoció a Galeano, y la mediación de Carola García Calderón, Cortázar expresó y agradeció a cada uno de los que leyeron y apoyaron el proyecto de llevar y difundir el trabajo del gran periodista Eduardo Galeano.

Eduardo Galeano ha sido un faro para la literatura y el periodismo latinoamericano, el escritor uruguayo es reconocido en el medio por su singular habilidad de entrelazar historias, política y literatura en texto en el que la narrativa puede ser única, es el caso de obras como Las venas abiertas de América Latina, en el que su estilo poético se comprometió con las realidades sociales y políticas que lo rodearon hasta el día de su muerte.

FUENTE: UNAM

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