Salvador Farfán Infante

 

Los trastornos de la alimentación, también llamados trastornos de la conducta alimentaria, son enfermedades médicas graves con una influencia biológica que se caracterizan por alteraciones graves de las conductas alimentarias. Aunque hay ocasiones en que muchas personas se pueden preocupar por su salud, peso o apariencia, algunas se fijan excesivamente o se obsesionan con la pérdida de peso, el peso o la forma corporal y el control de los alimentos que consumen. Estos pueden ser signos de un trastorno alimentario.

 

Las personas con trastornos de alimentación no eligieron tenerlos. Estos trastornos pueden afectar la salud física y mental de quien los padece y, en algunos casos, hasta pueden poner en peligro la vida. Sin embargo, con tratamiento, las personas pueden recuperarse por completo de estos trastornos.

¿Quién está en riesgo de tener un trastorno de la alimentación?

 

Los trastornos de la alimentación pueden afectar a personas de cualquier edad, origen racial y étnico, peso corporal y género. Incluso las personas que parecen ser saludables, como los atletas, pueden tener estos trastornos y estar extremadamente enfermas. Las personas con trastornos de la alimentación pueden tener un bajo peso corporal, un peso normal o sobrepeso. En otras palabras, no se puede saber si alguien tiene un trastorno de la alimentación con solo mirarlo.

 

La causa exacta de los trastornos de la alimentación no se comprende completamente, pero las investigaciones sugieren que una combinación de factores genéticos, biológicos, conductuales, psicológicos y sociales puede aumentar el riesgo de tener este tipo de trastorno.

 

¿Cuáles son los tipos más frecuentes de trastornos de la alimentación?

 

Los trastornos de la alimentación más frecuentes incluyen la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa, el trastorno por atracón y el trastorno por evitación y restricción de la ingesta de alimentos. Cada uno de estos trastornos está asociado con diferentes síntomas, pero a veces coinciden. Las personas que presentan cualquier combinación de estos síntomas pueden tener un trastorno de la alimentación y deben ser evaluadas por un médico u otro proveedor de atención médica.

 

 

¿Qué es la anorexia nerviosa?

 

La anorexia nerviosa es una afección en la que las personas evitan comer, restringen los alimentos severamente o solo comen cantidades muy pequeñas de ciertos alimentos. También pueden pesarse una y otra vez. Incluso cuando están peligrosamente por debajo del peso normal, estas personas pueden verse a sí mismas como si tuvieran sobrepeso.

 

Hay dos subtipos de anorexia nerviosa: la restrictiva y la de atracón-purgativa.

 

Restrictiva: Las personas con este subtipo de anorexia nerviosa limitan severamente la cantidad y el tipo de alimentos que consumen.

 

Atracón-purgativa: Las personas con este subtipo de anorexia nerviosa también se imponen fuertes restricciones en la cantidad y el tipo de alimentos que consumen. Además, pueden tener episodios de atracones y purgas, es decir, ingieren grandes cantidades de alimentos en poco tiempo, seguido por vómitos o por el uso de laxantes o diuréticos para desechar lo que comieron.

 

Los síntomas de la anorexia nerviosa incluyen:

 

·         Alimentación extremadamente restringida o ejercicio intensivo y excesivo;

·         Delgadez extrema (emaciación);

·         Intentos constantes para adelgazar y resistencia a mantener un peso normal o saludable;

·         Temor intenso de subir de peso;

·         Imagen corporal distorsionada o una autoestima sumamente influenciada por las percepciones del peso y la forma del cuerpo;

·         Rechazo a aceptar lo grave que es tener un bajo peso corporal.

 

Con el tiempo, la anorexia nerviosa puede originar varias consecuencias graves para la salud, como:

 

·         Pérdida de masa ósea (osteopenia u osteoporosis);

·         Anemia leve;

·         Desgaste y debilidad muscular;

·         Cabello y uñas quebradizos;

·         Piel seca y amarillenta;

·         Crecimiento de vello fino en todo el cuerpo (lanugo);

·         Estreñimiento grave;

·         Presión arterial baja;

·         Respiración y pulso lentos;

·         Daño en la estructura y el funcionamiento del corazón;

·         Disminución de la temperatura corporal interna, lo que hace que la persona sienta frío todo el tiempo;

·         Letargo, lentitud o cansancio constante;

·         Infertilidad;

·         Daño cerebral;

·         Insuficiencia multiorgánica.

 

 

 

La anorexia nerviosa puede ser fatal.

 

Tiene una tasa de muerte (mortalidad) extremadamente alta, en comparación con otros trastornos mentales. Las personas con anorexia corren el riesgo de morir por complicaciones médicas asociadas con la inanición (hambre). El suicidio es la segunda causa principal de muerte en las personas diagnosticadas con anorexia nerviosa.

 

 

¡La semana hablaremos de la BULIMIA!

 

 

 

Fuente: Instituto Nacional de la Salud Mental (NIMH; por sus siglas en ingles)

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