- Se trata de una fecha emblemática que invita a repensar el desarrollo del país, señaló el rector Leonardo Lomelí Vanegas
• El papel del Estado, el empleo y la atención a las diferencias regionales son claves para leer el documento, expuso Miguel Armando López Leyva
• Debemos reivindicar la planeación para la elaboración de políticas y la construcción de alternativas, expresó Rolando Cordera Campos
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) contribuye de manera cotidiana a la solución de los problemas nacionales y con el informe “Horizontes 2030 para el Desarrollo” pone sobre la mesa los temas que considera más relevantes y a los que debería enfocar sus esfuerzos el próximo gobierno, afirmó el rector Leonardo Lomelí Vanegas.
Al presidir la presentación del documento que es parte de la colección Informe del Desarrollo en México, elaborado por el Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED), el rector confió en que esta propuesta será muy relevante de cara a la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo 2024-2030, que deberá realizarse en los primeros meses del próximo gobierno.
La obra, precisó, plantea una fecha emblemática y que invita a repensar el desarrollo del país: el 2030, año que marcará la conclusión de la próxima administración federal, y fecha que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) puso como meta para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Consta de 19 capítulos y cuatro secciones: Desarrollo, crecimiento, ingreso y empleo; Bienestar y cuestión social; Ambiente y territorio; y Paz, gobierno y visión de desarrollo.
En el auditorio “Jorge Carpizo” de la Coordinación de Humanidades de la UNAM, el rector Leonardo Lomelí dijo que a nuestro país le hace falta crecer más, distribuir mejor y construir sistemas robustos de salud y educación pública, que le permitan atender problemas sociales de gran envergadura y, al mismo tiempo, sentar las bases de un desarrollo más equilibrado.
Esto debe darse con pleno respeto al desarrollo territorial y con una clara preocupación ambiental. Además, encaminado a consolidar a las instituciones democráticas y a la mejora de la eficiencia de los tres ámbitos de gobierno de México.
“Es la mejor forma de contribuir a cohesionar el tejido social y a pacificar a nuestro país. Si lo logramos, estaremos en posibilidad de alcanzar un mejor desempeño en el sentido amplio del desarrollo, no solo de los principales indicadores económicos sino también del bienestar de las personas”, remarcó ante el exrector José Sarukhán Kermez; el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas; el integrante de la Junta de Patronos, Mario Luis Fuentes Alcalá, y académicos de esta casa de estudios.
Lomelí Vanegas llamó a leer y divulgar el informe con el cual la UNAM busca ampliar los marcos de un debate necesario para el país, de cara al futuro.
En tanto, el coordinador de Humanidades, Miguel Armando López Leyva, puntualizó algunas claves para leer el informe: una es el papel del Estado en el desarrollo; otra, el empleo, pues actualmente la informalidad se vincula con diferentes formas de desigualdad y vulnerabilidad social, por ello se hacen propuestas como la universalidad de la seguridad social y el seguro de desempleo.
También, subrayó, es fundamental la atención a las diferencias regionales y territoriales que reconocen la heterogeneidad en condiciones y capacidades, las realidades de los distintos órdenes de gobierno y se plantea el progreso desde los territorios vinculándose con el federalismo fiscal y la descentralización administrativa, entre otros aspectos.
En su oportunidad, el profesor emérito de la Facultad de Economía, Rolando Cordera Campos, resaltó que el documento retoma la idea del largo plazo y del desarrollo, además de reivindicar la planeación para la elaboración de políticas y la construcción de alternativas, la cual debe ser democrática y deliberativa.
“Tenemos que recuperar, rescatar y reivindicar la planeación como forma superior de conversar. La planeación es un espacio para producir conocimiento para la política y desplegar la crítica de los saberes implantados para mejorar nuestros criterios de evaluación y por esa ruta conformar alternativas más ambiciosas y sensatas”, comentó.
El coordinador del Programa Universitario de Estudios de Desarrollo, Enrique Provencio Durazo, indicó que las 130 aportaciones publicadas en las ocho ediciones del Informe de Desarrollo en México ponen énfasis en la formulación de orientaciones estratégicas para avanzar hacia una sociedad mejor, centradas en el cumplimiento de derechos, la seguridad, la cohesión humana, la sustentabilidad y otros rasgos que perfilan hoy el desarrollo.
Informó que el documento se promoverá entre quienes participan en los debates públicos, las cámaras del Congreso, organizaciones sociales y las autoridades que en los próximos meses integren los nuevos planes y programas para los siguientes años.
Al hacer uso de la palabra, la diputada de la LXV legislatura, Amalia García Medina, manifestó que actualmente hay una crisis civilizatoria y vivimos un momento crítico en la vida del planeta. En ese contexto, el informe es de gran valía pues puede servir como un “mapa de navegación”, que permita fijarnos a qué puerto nos dirigimos y en el que la rectoría del Estado es importante.
Celebró que se presente el documento cuando está por iniciar un nuevo gobierno en el país que terminará en 2030, plazo fijado por la ONU para avanzar en los ODS. Añadió que la Constitución marca en su Artículo 26 la obligación de elaborar un Plan Nacional de Desarrollo y para ello se deben hacer consultas no solo a la sociedad civil, sino a la academia. En ese sentido, remarcó, la UNAM está haciendo un aporte esencial para el diseño de dicho Plan.
El profesor e investigador de la Facultad de Medicina, Mauricio Rodríguez Álvarez, acotó que el acceso a la salud es un derecho humano básico y cualquier agenda de desarrollo debe priorizar su garantía para toda la población. Además, el desarrollo sostenible requiere de una población sana e invertir en salud pública puede generar importantes beneficios económicos.
En el caso de México, agregó, se tienen retos significativos como la precariedad e insuficiencia de los servicios de salud, su calidad, así como el deterioro en las capacidades de atención pública. Abordarlas es crucial para reducir desigualdades sociales y mejorar la calidad de vida de los mexicanos. De igual manera, es urgente avanzar hacia un sistema universal y que no impacte negativamente en las finanzas familiares.
En su oportunidad, la investigadora del Instituto de Geografía, Naxhelli Ruiz Rivera, refirió que el informe plantea el desarrollo como un proceso de largo aliento, sostenible y orientado desde principios de justicia. En ese sentido, apuntó, el análisis que se realiza sobre la reducción de riesgos socioambientales establece que estos son profundamente sociales y políticos, “expresiones de deficiencias en el desarrollo”.
Puntualizó que es necesario realizar ajustes a la forma en que se miden estos para hacer visible no solo los costos materiales sino también los humanos y los sufrimientos evitables. Entre 2000 y 2020 los daños de los desastres en México ascendieron a 596 mil millones de pesos, pero los datos más dolorosos son los que revelan que la mitad de los municipios con declaratorias de desastre presentan índices de alta marginación.
Fuente UNAM