Edgar Contreras                                  

Agencia Reforma

Ciudad de México 5 octubre 2024.- Ni los 11 títulos en su carrera salvaban a Rodolfo Cota del cierre más sombrío como futbolista profesional justo con el León, club al que su América visita hoy en la Fecha 11 de la Liga MX.

 En plenas vacaciones de verano, La Fiera le notificó que no entraría más en planes. En un flashazo, pasó de la capitanía a ser un jugador prescindible. Como carece de representante, se rehusó a buscar equipo, por más que eso implicara no jugar más en la Primera División.

 Y así también, en un chasquido, salió de las sombras para ganar la Supercopa MX con el América, para empezar, y recientemente la Campeones Cup.

 «Jamás pensamos que América iba a ser ese equipo en el que pasara yo de estar de borrado del León a que te busque América, cuando le dije la noticia a mi señora obviamente me dijo ‘vámonos, ¿para que te quedas en un lugar donde solo te ayuda a entrenar y no es ni sano?’.

 «No era sano para mí el estar solo yendo a entrenar y estar apartado del equipo, prácticamente. La verdad que nos cambió mucho esta noticia», cuenta Cota, de 37 años, a CANCHA.

 Antes de que lo contactara el director deportivo azulcrema Diego Ramírez, tres representantes olieron la desgracia y ofrecieron sus servicios, pero Rodolfo insistió en que mudarse no era opción.

 «Hasta mi esposa estaba un poco como ‘¿por qué tomaste la decisión?’, como que fue un poco egoísta de mi parte. Le dije ‘¿sabes qué?, nos vamos a quedar aquí y voy a tener otro rol de ya no jugar, pero quiero cumplir mi contrato y listo, porque ya no es tan fácil en estos momentos movernos, ya echamos raíces aquí, al menos si hay alguna opción que nos interese, nos movemos’.

 «Tenía un contrato muy largo cuando renové, cinco años, y todavía me queda año y medio, y lo que buscaba era el poder cumplirlos allá y poderme retirar, eso es lo que junto con mi familia pensábamos. Sabemos que esto del futbol da muchas vueltas».

 Y las vueltas llegaron pronto, al consumarse el préstamo al América.

 «Tengo la fortuna de poder decir que en los clubes en los que he estado he podido dejar un poco mi huella.

 «Claro que quiero también acá aportar. Ya tuve la fortuna de poder en dos semanas jugar un torneo y el cual se consiguió, que pude aportar, que a lo mejor no era merecedor de poder jugar ese partido porque ese partido se juega por lo campeones que son, pero pasa lo de Ángel (Malagón) que se lesiona y siempre lo digo, si uno trabaja y se está preparando día con día, tarde o temprano las puertas se te abren», expresa.

 Miguel Calero vive en Rodolfo Cota, no solo por el tatuaje que el portero del América luce en la pantorrilla izquierda sino porque fue su compañero y mentor, antes de fallecer el 4 de diciembre de 2012 a consecuencia de una embolia.

 «En el 2006 como que formo parte ya al subir a entrenar al primer equipo. Poco tiempo atrás Miguel nos apoyaba mucho a los chavos con guantes. Cuando uno logra estar en el primer equipo como que esa relación se hace un poco más fuerte.

 «Fue muy importante para mí y mi carrera, el día que se retira me dio esa confianza de poder ser titular, me decía que mientras estuviera en el club no se iba a traer arquero», contó Cota.

 Rodolfo Cota, a sus 37 años, aún piensa en el Tricolor.

 «La verdad es que la ilusión siempre tiene que estar, mientras uno en lo personal, mientras esté vigente, me siga entrenando, siga participando en los partidos, esa puerta al menos yo no me la cierro.

 «No sé si aquel lado se cierre por la edad, pero si uno está bien y si dentro de la cancha demuestra claro que puede llegar, no sabemos si va a llegar, lo que sí es que voy a trabajar», comentó el portero del América.

 Rodolfo Cota tiene la fórmula para meterse en el corazón de la afición del América.

 «Como siempre en todos los clubes, a la afición no se le enamora, o no se le puede endulzar el oído por medio entrevistas o hablando por medio de un micrófono, la afición lo que te pide es que te entregues al 100 por ciento, cada semana.

 «En lo personal y a como me he manejado en mi carrera, siempre ha sido entrenarme todos los días de la mejor manera para estar preparado y dar buenos resultados, que sé que en su momento uno falla y se puede equivocar en querer ayudar y hacer las cosas bien, los errores van de la mano», dijo.

 «Un poco ya separado del plantel, pasas a tener otro tipo de rol, de que el torneo pasado eras el capitán, jugaste casi todos los partidos y de un día para otro solo te dicen ‘no entras en planes y búscate un equipo'».

 «En mi caso que pasé de estar sin equipo, solo entrenando con el club León, a pasar acá y en una semana poder jugar un torneo de un campeonato. No tengo duda que esa oportunidad se dio por todo el trabajo que hay detrás».

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