Por Edgar Hernández*

Maribel Hoyos Peña es la mujer olvidada en esta historia de poder y dinero.

Con la carga de la violencia de género de parte de su propia tía a la que apodan “Tía/Chío”, Maribel fue obligada a firmar por la compra de una propiedad cuyo costo real es de 45 millones de pesos.

La “bárbara agresión” de la que hoy acusa de Pepe Yunes y que dio lugar a que lo dejara con la mano extendida porque “yo no saludo a agresores”, se consumó de una forma cruel en Maribel quien a sus escasos 28 años fue obligada a fungir como dueña de una mansión que jamás habitaría ya que vive en un cuarterón en el puerto, en una colonia paupérrima.

Muy digna se muestra la candidata zacatecana al gritar que “no debemos normalizar la violencia” cuando Maribel Hoyos Peña, tenga de manera obligada que comparecer ante un juez para que compruebe quién le dio o de dónde obtuvo tantos millones de pesos, si está al corriente en el pagó impuestos, en orden el contrato de arrendamiento, y los correspondientes al predial y el agua, así como todos los servicios al pie de la mansión a la que se llega por tierra y por yate,

Al paraíso considerado como el más exclusivo del Golfo de México.

Maribel, la sobrina directa de José Luis Peña Peña, seguramente recibió -con engaños- una gratificación pero nunca se le dijo en el broncón notarial en el que se metería, en los problemas con el SAT que genera ser prestanombres y resistir una auditoria en donde saldrá a relucir la compra de la propiedad con dinero lavado.

Y si para la candidata de Zacatecas su oponente es un “misógino y clasista” ¿En qué papel queda ella ante su sobrina? ¿Cómo justifica la reputación del marido, este sí de doble moral? ¿cómo acredita que es imposible esconder tantos millones por más que le haya heredado alguna abuela rica?

Son “35 denuncias penales” las que carga Nahle por propiedades adquiridas de manera presuntamente ilegal ya que imposible juntar tanta plata en tan poco tiempo.

¿Es violencia de género que sigan sin aclarar los 112 millones de pesos por contratos en Bocas o son simples raterías?

¿Se atenta a su condición de mujer que la misma refinería se haya disparado en su costo a 250 mil millones de pesos cuando el presupuesto original era de 160 mil millones de pesos?

¿Es violencia de género suplantar al Colectivo “Brujas del Mar” por acarreadas a una marcha en defensa de Nahle?

Muestra dignidad de mujer ofendida y es un símbolo que no puede “dar malos ejemplos” cuando sus dichos están plagados de verdades a medias sobre el origen del dinero y cuando miente al asegurar que “Dos Bocas” está trabajando.

Es una falsedad cuando dice que paga 33 pesos de luz porque no asiste a su casa y es un acto normal tener escondida a la sobrina Maribel, siempre alejada de la prensa y sin registro fotográfico de ella.

“Soy el referente de millones de veracruzanas”, asegura la zacatecana, pero balbucea cuando habla de “Paraisos Fiscales” o cuando jura por esta que “terceras personas le hacen imputaciones falaces”.

¿Y las escrituras que acreditan que ella y el marido compraron en Coatzacoalcos, Tabasco, Boca del Río, Monterrey y Nueva York y lo que se acumule en los siguientes días no cuenta en la sumatoria del sospechoso enriquecimiento?

Esta señora oriunda de Zacatecas se quedó en la era del nazifascismo en donde funcionaba aquello de repetir mil veces una expresión hasta que se convierta en verdad.

Hoy la sociedad civil está despierta y no está muy cierta con que Roció se escribe con “R” de resultados, los veracruzanos le han respondido que se escribe con “R”, pero de robo.

Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo

@LineaCalienteEd

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