Por Héctor Guerrero

 

“La amnistía se otorgará a personas que aporten elementos comprobables que resulten útiles para conocer la verdad de los hechos en casos que sean relevantes para el Estado mexicano…”

 

Sin que sea yo un abogado, o todo un erudito en temas de derecho, me da para saber que, las reformas que ayer morena y sus rémoras aprobaron en el congreso, implican una vulneración a los derechos elementales de los ciudadanos.

 

Con la aprobación de la reforma a la Ley de Amparo que restringe el actuar del Poder Judicial al otorgar este derecho, puesto que prohíbe que una suspensión producto de un amparo suspenda del todo una reforma, una obra pública o un acto de la autoridad.

 

De ahora en adelante, los jueces federales no podrán dictar suspensión de una obra pública o una reforma legal, por ejemplo, sino únicamente podrá dictar suspensión en casos individuales cuando un particular demuestre que una obra o un acto le afecta.

 

Antes si una empresa privada o paraestatal, por poner un ejemplo, buscara apropiarse de tu propiedad, invadirla, traspasarla o poner un tianguis, existía otorgar facultades a un juez para detener cualquier operación que se esté realizando en tu contra, a través de la figura del amparo.

 

Que se ha usado mañosamente y es el arma favorita de políticos y empresarios corruptos, lo sabemos, pero también es cierto que es el último resquicio de la ciudadanía para evitar atrocidades en su contra.

 

Por ejemplo, quienes se sientan afectados por la nueva “pensión del bienestar”, pues simplemente no se podrán amparar. Esto es, como si en un partido, festejaras un autogol como propio.

 

Como siempre los más vulnerables, son los que quedan desprotegidos ante una mala acción de la justicia. Ya ven que ni seda eso.

 

Hoy Morena y sus aliados dieron ese golpe, para mostrar lealtad a su amo.

 

Y hablando del amo, lo que le encanta, su mero mole, la Ley de Amnistía que le da el poder del indulto por sobre cualquier otro poder.

 

Apenas el Senado aprobó con 67 votos a favor 32 en contra y cero abstenciones, la reforma al artículo 9 de la Ley de Amnistía.

 

Luego, en la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados el proceso continuó con una votación de 19 votos a favor y 14 en contra, una aprobación más que hecha.

Dicha reforma propuesta por López faculta al Ejecutivo a otorgar amnistía, clemencia o perdón de forma directa, por sus azules y grandes voluntades. Así como le gusta sin pensar, sin negociar, sin avisar, por el poder que siente al hacerlo.

 

Es verdad que todos queremos una justicia rápida y expedita o por lo menos saber la verdad, a todos nos conviene que existan mecanismos para favorecer el acceso a la verdad y para garantizar la presunción de inocencia, pero al ver de donde vienen, es un estadio lleno de “red flags”.

 

Bueno, cómo estará de mal, tan terrible el retroceso, que la propia organización mundial Amnistía Internacional, le preocupa la ley de amnistía en México.

 

“(Nuestra preocupación es que) podría haber algunos casos que podrían ser relevantes para el Estado mexicano por cualquier motivo, incluso casos por motivos políticos podrían ser relevantes para algunas autoridades y habría un riesgo en que se estaría violando la autonomía de la Fiscalía General de Justicia o las fiscalías generales de justicia de los estados y de los tribunales de justicia”, destacó Edith Olivares Ferreto, presidenta de AI, México.

 

Ahora, la urgencia por aprobar estos cambios es, por demás obvia, es proteger a alguien en el ahora o en el mañana. Incluso él mismo.

 

López podrá perdonar a personas procesadas, sentenciadas o sujetas a alguna acción penal, cuando se demuestre que aportan elementos relevantes, comprobables, que conduzcan a la verdad de los hechos en casos importantes para el Estado.

 

Entonces una vez que ya vio la vía libre, López dijo en específico, dos casos para ocupar sus nuevos superpoderes.

 

“El propósito es que avancemos para resolver temas pendientes como el caso de Ayotzinapa y que lo hagamos entre todos”.

 

Casos importantes como los 44 de Ayotzinapa y el del presunto secuestrador Israel Vallarta, no crean que es por algún tipo de berrinche.

 

El tiempo siempre es la respuesta, ya veremos a quienes benefician estos cambios a las leyes, está claro que, a nosotros, los ciudadanos, no.

 

Esto es la justicia enquistada por la política.

 

Si se está poniendo peor…

Tiempo al tiempo.

@hecguerrero

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