Santiago Aguileta Ibarra                         

Agencia Reforma

Beijing, China 18 marzo 2024.- El número de chinos en el extranjero se ha duplicado desde 1990. Con el cambio de siglo, el aumentó ha sido particularmente rápido, lo que ha venido acompañado de estrategias del Gobierno de Xi Jinping para controlar el éxodo.

 

 La pandemia aumentó el deseo de muchos miembros de la élite de irse, a medida que crecía su resentimiento por los controles relacionados con el Covid-19. China puso fin a su batalla contra el coronavirus a finales de 2022, pero su tambaleante economía y su elevado desempleo juvenil no dejan de incrementar el éxodo, apuntó The Economist en un análisis.

 

 Ahora, muchos jóvenes chinos utilizan el término runxue, «el arte de correr», para expresar su deseo de huir.

 

 Hay alrededor de 10.5 millones de personas que viven fuera de China continental y nacieron allí. Sólo las diásporas india, rusa y mexicana son mayores.

 

 Algunos de estos chinos que se han ido del país se encuentran entre las personas más ricas.

 

 De acuerdo con cifras publicadas por The Economist, más del 70 por ciento de las 81 mil visas de inversionista emitidas por el Gobierno estadounidense a millonarios entre 2010 y 2019 fueron otorgadas a ciudadanos chinos.

 

 Desde 2012, alrededor del 85 por ciento de las personas que han recibido las «visas doradas» de Australia por invertir más de 5 millones de dólares australianos (3.3 millones de dólares) han sido de China.

 

 Y todas menos 41 de las mil 300 personas que solicitaron el plan irlandés equivalente en 2022 eran chinas.

 

 Desde la pandemia de Covid-19 ha habido señales de que la salida de riqueza extrema se está acelerando en China.

 

 Según la lista de ricos de China 2023 publicada por Hurun, una firma de investigación, aproximadamente el 18 por ciento de los casi 900 multimillonarios de China vive en el extranjero, frente al 6 por ciento en 2019.

 

 Con todo y los controles de capital más estrictos, más de 13 mil 500 personas con una riqueza invertible de un millón de dólares o más abandonaron China en 2023, indicó la consultora Henley & Partners.

 

 Pero incluso, apuntó The Economist, los menos ricos también se están marchando, a menudo por vías peligrosas.

 

 En 2023, casi 53 mil chinos fueron detenidos en la frontera estadounidense, en comparación con poco más de mil en 2018.

 

 En los primeros ocho meses de 2023, más de 13 mil chinos intentaron llegar a Estados Unidos a través del Tapón del Darién en Panamá.

 

 Hace 50 años, 9 de 10 diez personas de ascendencia china vivían en Asia, ahora sólo 7 de cada 10 lo hacen.

 

 Una cuarta parte de la diáspora china vive en Estados Unidos, otra cuarta parte vive en Hong Kong, seguida de Japón y Canadá. En total, casi la mitad de los ciudadanos chinos en el extranjero viven en Occidente, según The Economist.

 

 «Abandonar China no necesariamente ofrece libertad respecto de las restricciones del régimen. Dado que China no acepta la doble ciudadanía, muchos emigrados son ahora ciudadanos exclusivos de otro país. Sin embargo, el Partido Comunista tiene la capacidad de influir incluso en aquellos que ya no tienen pasaporte chino», señaló el análisis.

 

 «El partido los deja en paz siempre que no expresen descontento político».

 

 De acuerdo con The Economist, la influencia del partido sobre los chinos en el extranjero adopta tres formas: intimidación directa de críticos potenciales, propaganda dirigida a la diáspora y presión sobre la gente para que se autocensure cuando discuten asuntos chinos. En casa, el partido garantiza la autocensura manteniendo a la gente consciente de la proximidad del Estado.

 

 Las minorías étnicas reprimidas en China son vigiladas de cerca en el extranjero y, a menudo, intimidadas.

 

 El partido intenta que algunos de ellos sean deportados: entre 1997 y 2021, más de 400 uigures fueron devueltos a China por motivos dudosos, según el Proyecto de Derechos Humanos Uigures y la Sociedad Oxus para Asuntos de Asia Central.

 

 Otros ciudadanos chinos también han sido extraditados de países extranjeros por cargos falsos.

 

 El partido supuestamente asignó alrededor de 7 mil millones de dólares en 2009 para ampliar el alcance global de los medios estatales chinos. Bajo el Gobierno de Xi (2012-), señaló The Economist, su impacto se ha ampliado

 

 El Partido Comunista ha lanzado nuevos medios de comunicación en idioma chino y ha comprado los existentes. Ha utilizado palancas financieras y coercitivas para influir en las opiniones expresadas en organizaciones independientes, dijo el Departamento de Estado de Estados Unidos en un informe reciente.

 

 El intento de China de controlar el acceso a la información también se extiende a las universidades occidentales. Uno de cada 10 chinos en el extranjero son ahora estudiantes, cifra que no incluye a los académicos que quedan en el extranjero tras graduarse.

 

 Xi dice que espera que estos estudiantes sean «embajadores de base» del país.

 

 Desde 2019, a los 65 mil alumnos que reciben becas financiadas por el Ministerio de Educación se les exige «apoyar el liderazgo del Partido Comunista Chino», según el grupo de investigación uk-China Transparency.

 

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