- Expertos en patrimonio acusan falta de sensibilidad histórica; cambiar el adoquín sería «borrar la esencia» de la ciudad fundada en 1592.
San Luis, SLP, 6 febrero 2025.- Sustituir el adoquín de algunas calles de San Luis Potosí por un estampado concreto, ha generado una ola de críticas, especialmente entre expertos en historia y patrimonio.
Para la cronista e investigadora Isabel Monroy, esta decisión no solo refleja una falta de sensibilidad hacia la identidad de la ciudad, sino que podría significar un atentado directo contra su legado histórico.
“El que quiera azul celeste, que le cueste”, afirmó Monroy, subrayando que el mantenimiento de las calles adoquinadas requiere inversión, pero es un costo necesario para preservar la esencia de una ciudad fundada en 1592. Sustituir estos materiales por opciones modernas, aunque más baratas y fáciles de mantener, representa una pérdida irreparable de autenticidad.
Resulta contradictorio que el propio alcalde justifique la medida en nombre de la “imagen de una ciudad con pasado virreinal”, cuando precisamente el adoquín es uno de los elementos más representativos de ese pasado. Cambiarlo por concreto estampado no es conservar la historia, sino simularla, creando una apariencia superficial que ignora la riqueza del patrimonio original.
Calles emblemáticas como Independencia, que conectan el barrio de San Miguelito con Salvador Nava, o aquellas del barrio de Tequisquiapan, como Valentín Gama y Rubén Darío, son testigos silenciosos de siglos de historia. Retirar su adoquín sería borrar esas huellas y convertir el legado en un simple decorado.