Erupción solar captada por el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA. El Sol, nuestra estrella más cercana, experimenta un ciclo de actividad con una duración aproximada de 11 años. Este ciclo se manifiesta a través de la aparición de regiones oscuras en su superficie conocidas como manchas solares. Cuando el Sol tiene pocas manchas está en su mínimo de actividad, mientras que un gran número de ellas indican que está en su máximo. Actualmente, nos encontramos en camino hacia el máximo solar, que se espera ocurra entre 2024 y 2025.
En los últimos 14 días presenciamos la aparición de dos enormes manchas solares en la superficie del Sol, las cuales dieron lugar a una serie de potentes tormentas solares, incluyendo 11 de clase X, las más intensas. A partir del 8 de mayo, se produjeron varias tormentas solares que, además de los estallidos de luz, emitieron siete eyecciones de masa coronal, es decir, nubes de material solar, que se propagan hacia la Tierra. La confirmación de estos eventos provino de varios servicios de clima espacial en diferentes partes del mundo basados en los datos de los detectores en naves espaciales de la NOAA y la NASA. Esto llevó a los servicios de clima espacial de todo el planeta a ponerse en alerta y emitir avisos de advertencia ante la inusual configuración de eventos que se estaban desencadenando en nuestra estrella.
Las eyecciones de masa coronal pueden provocar perturbaciones en el campo magnético de la Tierra, lo que a su vez puede afectar sistemas tecnológicos críticos como satélites, telecomunicaciones, sistemas de posicionamiento global, navegación aérea y redes eléctricas. El Servicio de Clima Espacial México (SCiESMEX) de la UNAM emitió un boletín el 10 de mayo advirtiendo sobre la posibilidad de una tormenta geomagnética severa debido a las eyecciones de masa coronal que venían en camino hacia nuestro planeta.
Una tormenta geomagnética es una perturbación del campo magnético terrestre causada por la interacción de una eyección de masa coronal con el campo magnético de la Tierra. Se esperaba que estas eyecciones impactaran en el campo geomagnético entre la noche del 10 de mayo y las primeras horas del 11 de mayo, pero llegaron antes, comenzando a afectar a nuestro planeta desde la tarde del 10 de mayo. En Europa y Asia, se observaron auroras polares en regiones donde no son habituales. La tormenta geomagnética fue más intensa de lo esperado, alcanzando niveles severos y, en algunos momentos, extremos. Esta tormenta geomagnética ha sido la más intensa desde 2003.
Los efectos de las tormentas solares y geomagnéticas en sistemas tecnológicos críticos han llevado a acciones gubernamentales. En 2014, se modificó la Ley General de Protección Civil en México para incluir los fenómenos astronómicos como tormentas solares y geomagnéticas en la lista de fenómenos perturbadores que el Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) debe abordar. Esto requiere políticas públicas para estudiar, alertar, reaccionar y mitigar posibles desastres causados por estos eventos. El SCiESMEX informa al Sinaproc en caso de condiciones de riesgo por eventos de clima espacial.
En la UNAM, se estableció en 2016 el Laboratorio Nacional de Clima Espacial (LANCE) del Instituto de Geofísica, con el objetivo de desarrollar una infraestructura científica propia para monitorear y estudiar los fenómenos del clima espacial en el país. Durante las tormentas solares y geomagnética del 10 de mayo de 2024, la red de instrumentos del LANCE pudo, por primera vez, registrar de manera integral las condiciones de un evento de clima espacial severo en la nación. Estos datos históricos proporcionarán información estratégica para comprender la vulnerabilidad del país ante eventos de clima espacial extremos.
El día de 10 de mayo de 2024 no sólo será recordado por la ocurrencia de una tormenta geomagnética extrema (la del día de las madres), sino por la aparición de auroras boreales en el cielo nocturno de varias regiones de México. Estos fenómenos maravillosos han sido extremadamente raros en nuestras latitudes.
Se registraron durante la tormenta solar del evento Carrington del 1 de septiembre de 1859, o en la tormenta geomagnética de febrero de 1958. En el pronóstico inicial que hacíamos de la intensidad del evento en el SCiESMEX, no esperamos que se pudiera producir tan extraordinario fenómeno en nuestra región. Recordaremos 2024 por su eclipse total de Sol y por las auroras boreales de la tormenta geomagnética del día de las madres.
FUENTE: UNAM
*Laboratorio Nacional de Clima Espacial, Instituto de Geofísica, UNAM