• Esta celebración es muy especial entre los trabajadores de la obra, ya que es el día en que demuestran su fervor para pedir por protección, salud y trabajo

Las grandes construcciones de las ciudades se levantan gracias al trabajo arduo, disciplinado y entregado de los albañiles, artistas del colado de cemento, del cernido de la arena y de la colocación de los ladrillos. Por estas y muchas otras labores que demandan gran desgaste físico, se celebra el Día del Albañil este 3 de mayo, junto a esta efeméride nacional, la Iglesia Católica conmemora el día de la Santa Cruz.

Los albañiles adoptaron la religiosidad para pedir por su seguridad en la obra, por salud para resistir las inclemencias del clima y por tener la seguridad de tener más trabajo, ya que, la mayoría de ellos, dependen de la demanda de mano de obra que requiera el arquitecto; por esto, rinden respeto a la divinidad colocando en lo alto de la construcción, en la que estén trabajando, una cruz revestida con flores, rezan algunas oraciones y continúan su jornada laboral hasta que el patrón diga.

Los albañiles conforman su propia hermandad, conservan sus propios códigos de interacción, establecen su estilo de trabajo y, aunque han sido tachados de albureros y de proferir toda clase de piropos no solicitados, conservan la bondad y gentileza de los buenos mexicanos.

El oficio del albañil ha encontrado su propia identidad en nuestro país, formando parte del imaginario colectivo para ser incrustado en nuestra cultura mexicana a través de obras literarias (como la del gran Vicente Leñero), películas, novelas televisivas, caricaturas, juegos de mesa, etc., todo con ese toque humorístico característico del oficio, pero que, a la hora de trabajar, demuestran gran responsabilidad y seriedad.

¡FELICIDADES A LAS Y LOS ALBAÑILES EN SU DÍA!

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