• Hoy más que nunca, en México necesitamos construir puentes y no ahondar las diferencias, subrayó el rector de la UNAM

  • Anunció que habrá cambios normativos para fortalecer las figuras de técnicos académicos y profesorado de asignatura

  • La Universidad es ejemplo de libertad de investigación, docencia y libre pensamiento que no puede ser centralizada por una ideología, enfatizó Julia Tagüeña Parga

  • La Junta de Gobierno ha jugado un papel fundamental en el cambio y la estabilidad de la institución, en la preservación de su autonomía, recalcó Gina Zabludovsky Kuper

  • Hay que hacer de las universidades un macizo y alto muro de libertad docente y de investigación científica, indicó Carlos Martínez Assad

 

El rector de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, afirmó que en esta casa de estudios se cree firmemente en el irremplazable potencial de la educación pública y autónoma, como herramienta para comprender y cambiar el mundo.

 

Al presidir la ceremonia de entrega del Reconocimiento al Mérito Académico a 179 profesores e investigadores con 50 años de labores, así como de distinciones e insignias a seis profesores e investigadores eméritos, el rector señaló que nuestras maestras y maestros son protagonistas de esta transformación. Por ello reconoció y destacó su compromiso, dedicación y pasión.

“Reconocemos que el motor de transformación social que es nuestra casa de estudios funciona gracias a su inagotable entrega, ya que dedican gran parte de su tiempo, creatividad y energía para asegurar la formación integral de ciudadanas y ciudadanos, para guiar talentos y vocaciones, para inculcar valores y para alentar nuevos proyectos de vida y sueños”, dijo.



Su labor, agregó, va más allá de transmitir conocimientos y experiencias a nuestra juventud; implica inculcar valores y ética profesional, fomentar el pensamiento crítico, despertar la creatividad y dotarla con las mejores habilidades para enfrentar los desafíos actuales, que no son pocos.



“Hoy más que nunca necesitamos construir puentes y no ahondar las diferencias, y en eso los universitarios siempre nos hemos destacado por poder encontrar soluciones a los problemas de México y el mundo”, reiteró.



En el patio principal del Palacio de Minería, acompañado por el presidente de la Junta de Patronos, Mario Luis Fuentes Alcalá; y la secretaria General de la UNAM, Patricia Dolores Dávila Aranda, el rector de la Universidad Nacional aseguró que la administración central seguirá trabajando para mejorar las condiciones en las que el profesorado labora y anunció que en los próximos meses se presentarán propuestas para fortalecer a dos figuras que requieren de cambios normativos para potenciar su desarrollo: los técnicos académicos y los profesores de asignatura.



Lomelí Vanegas también resaltó que la diversidad, la pluralidad, el respeto y la tolerancia deben ser los principios que guíen nuestro actuar. Solo de esta forma podemos construir un ambiente de pluralidad y respeto, y en el que prospere el conocimiento.

Asimismo, recalcó que la uniformidad de pensamiento es inconcebible en una institución en la que practicamos la libertad de cátedra, investigación y de creación artística y difusión de la cultura. “Así ha sido la Universidad Nacional Autónoma de México y así seguirá siendo”.



Nuevos eméritos



Por sus aportaciones sobresalientes que dan testimonio de los altos estándares de rigor académico y excelencia en la UNAM, el rector Leonardo Lomelí entregó las insignias y distinciones de eméritos a los académicos: Deborah Dultzin Kessler, Carlos Federico Arias Ortiz, Mario Humberto Ruz Sosa, Julia Tagüeña Parga, Arturo Alejandro Menchaca Rocha y Judit Ester Bokser Misses-Liwerant.



En representación de los nuevos eméritos, Julia Tagüeña Parga agradeció a sus entidades académicas, colegas, estudiantes y a sus familias su apoyo, así como a la Universidad Nacional, por permitirles desarrollar sus profesiones con libertad académica, de pensamiento, con rigor científico, y así servir a México.



Expresó al rector y a la institución que cuentan con su compromiso y dedicación.  “La UNAM es ejemplo de inclusión y diversidad. Asume esta actitud porque es lo correcto, desde el punto de vista ético. También la asume por interés propio, porque es fundamental para su trabajo docente y académico. Estamos en la Universidad de la nación. Si todos siguieran este ejemplo, tendríamos un futuro aún más prometedor”.



La UNAM, prosiguió, es ejemplo de libertad de investigación, docencia y de comunicación, manifestaciones de la libertad de pensamiento que no puede ser centralizada ni manejada por una ideología.  “En el desarrollo de México, la UNAM, con su autonomía, ha jugado un papel fundamental”.



Además, manifestó que estamos en un momento importante para la humanidad y para México, y esta casa de estudios con su imprescindible autonomía ofrece al país un ejemplo de respeto, tolerancia, igualdad, inclusión y movilidad social. “Es un espacio de esperanza –yo diría que desde hace mucho-. Sigamos siendo ese espacio de esperanza”.



Antes, el rector Lomelí entregó un reconocimiento a la socióloga Gina Zabludovsky Kuper, quien concluyó sus funciones como miembro de la Junta de Gobierno, y quien sostuvo que este cuerpo colegiado ha jugado un papel fundamental en el cambio y la estabilidad de la institución, así como en la preservación de su autonomía e independencia en la toma de decisiones.



Se pronunció porque estudiantes, académicos y trabajadores conozcan la legislación y la historia de la UNAM, el funcionamiento de la Junta de Gobierno y demás cuerpos colegiados que dan sustento a la democracia universitaria, así como los fundamentos de su autonomía y la libertad de cátedra.



De igual forma, refirió que la educación gratuita, laica y de calidad que ofrece esta casa de estudios es un motor para promover la movilidad social en un país de grandes desigualdades. “Ingresar y permanecer en la UNAM es un verdadero privilegio, y sin dejar nunca de ser críticos y cuestionadores frente a ella, hay que reconocer todo lo que ésta nos da y nos ha dado, fomentando un orgullo y un sentido de pertenencia desde los estudiantes de primer ingreso”.



En nombre de los profesores e investigadores con 50 años de labor académica, Carlos Roberto Martínez Assad, investigador emérito, agradeció las distinciones y dijo que es un honor formar parte de la Universidad Nacional.



Resaltó el laicismo, la libertad de cátedra y la autonomía de la institución y llamó a cuidarlas y defenderlas, así como a estar atentos a lo que puede ser y hacer el poder político, sobre todo cuando decide tener la directiva de lo que debe ser el conocimiento.

“Hay que reforzar, recordar la tesis de Antonio Caso de hacer de las universidades un macizo y alto muro de libertad docente y de investigación científica”, indicó.



En la ceremonia estuvieron los exrectores José Narro Robles y Enrique Graue Wiechers; integrantes de la Junta de Gobierno; directores de escuelas, facultades e institutos; así como los secretarios generales de los comités ejecutivos de la AAPAUNAM y el STUNAM, Bertha Guadalupe Rodríguez Sámano y Carlos Hugo Morales Morales, respectivamente; familiares y amigos de los galardonados.

 

FUENTE: UNAM

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