Ciudad de México, 16 diciembre 2024.- El exabogado general de la UNAM, Eduardo Andrade Sánchez, afirmó que el comunicado difundido por la Universidad sobre el fin del litigio en torno de la tesis de licenciatura de la ahora Ministra Yasmín Esquivel Mossa, es mentiroso al confundir a la opinión pública con el significado de la autonomía universitaria, de la que goza la Máxima Casa de Estudios desde 1929.

“La autonomía universitaria consiste en la libertad de cátedra e investigación, la elección de sus propias autoridades, el diseño de su plan de estudios, la gestión de su presupuesto de forma independiente”, afirma el jurista Andrade, “sin embargo, no le da extraterritorialidad; es decir, cuando la UNAM puede vulnerar los derechos de cualquier particular -en este caso alguno de sus millones de egresados-, éste puede recurrir a un tribunal para someterse a las leyes locales y federales aplicables”.

“Es decir, la UNAM cuando alguno de sus funcionarios aplican injustamente la legislación universitaria o -peor aún- como en el caso de Yasmín Esquivel cuando ni siquiera existiendo una norma al respecto, vulneran sus derechos, la UNAM no puede alegar la autonomía universitaria -que es para efectos académicos y de gobernanza interna- sino como cualquier autoridad debe someterse a la jurisdicción de los tribunales y la aplicación de la ley, a la que tenemos derecho todos los mexicanos”, subrayó el también exdirector general de Profesiones de la Secretaría de Educación Pública.

Por ello, no es serio que la UNAM califique la sentencia de un tribunal colegiado como una interferencia flagrante e inadmisible a la autonomía y la legislación universitarias, ni lo llame atentado a la libertad de expresión. Porque de lo que se trata este asunto es que no uno, sino varios tribunales de diferentes competencias, oyeron los argumentos de las partes y ahora han resuelto que el título otorgado por la UNAM hace casi 40 años a Yasmín Esquivel es válido y, en su momento, cumplió con todos los requisitos de la legislación universitaria.

“Usar esos calificativos no es digno de nuestra Máxima Casa de Estudios; parecen más los términos de una declaración de prensa de un ignorante del Derecho o de alguien que maliciosamente quiere confundir con conceptos inexactos a la opinión pública”, remató el doctor en Derecho y académico por más de cuatro décadas de la propia UNAM, Eduardo Andrade.

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