Santiago Aguileta Ibarra                         

Agencia Reforma

 

Ciudad de México 7 octubre 2024.- A un año de que Israel prometiera eliminar a Hamas tras los sangrientos ataques terroristas del 7 de octubre que dejaron más de mil muertos y 250 secuestrados, la milicia palestina sigue en pie, 101 rehenes permanecen en la Franja de Gaza e Irán se ha involucrado directamente en la guerra.

 

 «El panorama es complejo», reconoció la Embajadora israelí en México, Einat Kranz Neiger.

 

 «Las heridas aún no han sanado. Estamos a un año, pero un año en el que la sociedad israelí está enfrentando muchísimos desafíos».

 

 La guerra en el enclave palestino ha dejado más de 40 mil muertos, de acuerdo con el Ministerio de Salud de Gaza controlado por Hamas, lo cual ha suscitado protestas de ciudadanos y políticos en todo el mundo.

 

 Pero Kranz Neiger subraya que la guerra fue forzada por Hamas.

 

 «Con esa masacre tan terrible en la cual invadieron a Israel. Ahora se sabe que fueron como 5 mil terroristas y también colaboradores, gente que entró después cuando estaba abierta la valla y que saquearon y secuestraron personas, asesinaron, violaron con una violencia sexual atroz a mujeres y a hombres, mutilaron, torturaron a las personas y quemaron miles y miles de casas destruyendo poblados enteros», apuntó en entrevista con Grupo REFORMA.

 

 «Desde entonces estamos en guerra porque nos tenemos que defender. Israel tiene el derecho de protegerse en contra del terrorismo, de proteger a su población, de proteger a sus fronteras. Eso es lo que está haciendo nuestro Ejército desde el 7 de octubre».

 

 Las prioridades para Israel no han cambiado, de acuerdo con lo dicho por Kranz Neiger.

 

 «Tenemos que terminar con las fuerzas militares terroristas de Hamas y liberar a los secuestrados», reafirmó.

 

 «Se han conseguido muchos logros. Una gran parte del operativo terrorista de Hamas está ya desmantelado. Pero todavía falta, todavía tienen fuerzas, todavía tienen posibilidades de atacar, todavía siguen atacando y todavía hay que seguir luchando».

 

 Haciendo memoria de cómo estaba Israel hace un año, antes de los ataques, la Embajadora reconoce que el país pasaba por un periodo «bastante complicado» de discusiones internas por una cuestionada reforma judicial. Pero, dijo, estaban en paz con los países vecinos.

 

 «Con nuestras fronteras tranquilas, sin ninguna provocación ni a Líbano, ni a Siria, ni a Gaza. Y este ataque de Hamas que fue completamente sorpresivo y sin ninguna provocación también resultó en que Hezbolá, el 8 de octubre, se uniera a la lucha de los terroristas de Gaza y atacara al norte de Israel».

 

 De acuerdo con la diplomática, más de 9 mil 300 cohetes han sido lanzados por Hezbolá a Israel desde entonces, y suman en todo el país 120 mil personas desplazadas.

 

 En cuanto a los rehenes, 101 permanecen en Gaza, de los cuales se cree que una tercera parte han muerto.

 

 «Sabemos que están en situación terrible, sufriendo en túneles oscuros, húmedos, sin luz, sin agua, sin comida», describió.

 

 Kranz Neiger recordó que a principios de septiembre, seis rehenes fueron ejecutados por Hamas en uno de los túneles. Ese hecho provocó quizá la mayor protesta ciudadana en Israel exigiendo al Gobierno acordar un cese al fuego con Hamas para la liberación de los cautivos, y evitar que más de ellos mueran.

 

 A un año de que 250 personas fueran llevadas a Gaza, parte de la población israelí está cansada y furiosa porque ni el Gobierno, ni el Ejército han podido regresarlos a casa.

 

 Hamas, acusó la Embajadora, no ha querido acceder al cese al fuego.

 

 «Se está negando a cualquier tipo de acuerdo, no está dispuesto a cualquier tipo de compromiso, no está dispuesto a dejar sus armas, no está dispuesto a dejar el terrorismo y no está dispuesto a venir a la mesa de negociaciones y acordar un cese al fuego negociado por las dos partes», aseveró.

 

 Ahí, dijo Kranz Neiger, es donde Israel pide el apoyo de la comunidad internacional.

 

 «Hay que presionar, y hay que hacerlos entender que no les conviene seguir teniendo esos secuestrados y que los tienen que liberar», exclamó.

 

 Y la presión, añadió, debe extenderse hacia Irán, «que está detrás de todo esto».

 

 «Hay que sancionar a Irán y exigirle que deje de armar a estos grupos, que deje de entrenarlos y operarlos, y que deje las acciones para desestabilizar la región del Medio Oriente. Todo esto es el papel de la comunidad internacional que tiene que apoyar a un país democrático que se está defendiendo en contra del terrorismo», expuso.

 

 A un año de una guerra que ha dividido al mundo y que ha suscitado multitudinarias protestas en distintos países en las que se exige el cese al fuego, pero en las que también se culpa a Israel de las miles de muertes en Gaza, la Embajadora considera que el apoyo de los países aliados, como Estados Unidos y algunos europeos, se mantiene en pie.

 

 «Hemos recibido mucho apoyo. Obviamente a veces hay desacuerdos y hay críticas, pero en principio yo creo que estamos viendo que el mundo entero entiende en general que Israel necesita defenderse, que Israel está haciendo todo lo posible para actuar de acuerdo al derecho internacional para minimizar los daños a la población civil, y que la población civil inocente en Gaza está sufriendo por las acciones del Gobierno terrorista de Hamas, igual en el Líbano con Hezbolá», aseveró.

 

 Lo que Israel pide, concluyó, es que Hezbolá se desarme y que se vaya más al norte del río Litani en el Líbano, que se sancione a Irán, y que tanto a Hamas como a Hezbolá se les designen como organizaciones terroristas.

 

 «Y que se apoye a Israel, que es un Gobierno, un Estado democrático que está siendo atacado desde siete frentes. En lugar de ser apoyado por todo el mundo, Israel está siendo criticado por partes», lamentó.

 

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