• Su abuso complica la búsqueda de personas, al mostrar imágenes irreales que no coinciden con su apariencia real. Recientemente ocurrió un caso de este tipo en SLP.

 

San Luis Potosí, SLP, 27 abril 2025.- Hoy las redes sociales nos enseñan a ser una versión de nosotros mismos mejorada, editada y, muchas veces, irreconocible. Piel de porcelana, ojos de caricatura, labios de catálogo. Cada foto que subimos pasa por una fábrica de filtros que nos convierte en una ilusión bonita, pero totalmente desconectada de la realidad.

 

El problema comienza cuando alguien desaparece y su familia corre a poner una denuncia pues la foto que acompaña la ficha de búsqueda no es la persona real: Es la influencer, el modelo, la estrella de Instagram que jamás existió. ¿El resultado? Provocan confusión en una situación donde cada minuto cuenta. Tal es el caso de Gabriela del Carmen, quien fuera localizada hoy, pero de la cual sus fotos de Facebook no coinciden con su apariencia.

 

Los filtros son maravillosos para cosechar likes, reacciones y comentarios, pero absolutamente inútiles cuando lo que está en juego es que alguien te reconozca para encontrarte. Por ello es mejor guardar en algún lugar seguro una foto tuya sin filtros, sin ediciones, sin orejitas de conejo ni efectos de maquillaje de fantasía. No es por estética, es por supervivencia: Para que, si un día te buscan, no estén persiguiendo a una fantasía digital.

 

En una emergencia, nadie necesita encontrar a la «tú» de Facebook. Necesitan encontrarte a ti.

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