Fernanda Carapia                                 

Agencia Reforma

Guadalajara, Jalisco 15 julio 2024.- Los músculos y huesos son propensos al cáncer.

El sarcoma, nombre que recibe el tumor que sale en los músculos, grasa y huesos, representa el uno por ciento de todos los cánceres.

En el Instituto Jalisciense de Cancerología, en 2023 se atendieron 82 casos de sarcoma, mientras que en lo que va del año suman ya 31.

«En los adultos, la edad más frecuente es entre los 40 y 60 años, se puede presentar tanto en hueso como en partes blandas», comentó Rafael Íñiguez, médico del Instituto Jalisciense de Cancerología (IJC).

Se tiene una prevalencia mayor en los hombres, destacó el especialista, pues se ha visto que, por cada dos varones diagnosticados con sarcoma, hay una mujer.

No se sabe qué es lo que provoca la aparición de estos tumores en los músculos, cartílagos o huesos, pero se relaciona, por ejemplo, a los contaminantes.

«Es de causa incierta, pero se puede relacionar con algunos contaminantes que se encuentran en los herbicidas () también algunas sustancias que contengan arsénico, asbesto, la exposición a las radiaciones», detalló.

Íñiguez agregó que la genética juega un papel importante con algunos síndromes relacionados con otras enfermedades como el de Garner, de Li-Fraumeni y la presencia de algunos genes.

 «No existe la manera de prevenir, pero si el paciente se nota la presencia de alguna bolita, en cualquier parte del cuerpo, en el muslo, la espalda, en una pompi, en la pantorrilla, en el brazo, antebrazo o en el cuello, el médico deberá pensar que se trate de un sarcoma», acotó.

El especialista del IJC reconoció que el problema con este tipo de tumores es que pueden ser profundos y, en estos casos, es difícil detectarlos al tacto.

«Los superficiales están a la vista de cualquier paciente, es decir, el paciente lo puede tocar, pero el sarcoma puede salir, por ejemplo, en la parte media del muslo y para cuando el paciente tenga síntomas, el tumor ya creció muchísimo, un tumor de 10 o 15 centímetros y ya estaríamos hablando de algo muy grave», lamentó.

El galeno recomendó que, ante la presencia de una protuberancia en el cuerpo, acudir al médico para hacer una detección temprana.

Además, estar al pendiente de síntomas como dolor, calambres en piernas, entumecimiento de los dedos, renqueo, problemas para sujetar cosas, hormigueo o sensación de quemazón en la mano, pues pudiera ser un tumor profundo.

«La mayoría de la gente dice: ‘ay, es una bolita de grasa’, pues sí, pero esa bolita de grasa puede ser maligna, se llama liposarcoma () hay más de 150 diferentes tipos de sarcomas y eso ya le toca al patólogo decir el nombre y el apellido del tumor», puntualizó.

Como otros cánceres, hay diferentes estadios o etapas en el sarcoma y va de la 1, cuando está en su etapa inicial, hasta la 4 que es cuando la enfermedad más avanzada.

«La mayoría de los pacientes que llegan con nosotros, ya llegan manejados en medios privados o en otras instituciones de segundo nivel, y son pacientes que ya vienen operados o con biopsias, generalmente llegan en etapa entre 1 y 3».

El tratamiento principal, detalló, es la operación para retirar el tumor y la primera cirugía es la más importante, razón por la que debe ser realizada por un cirujano oncólogo, ya que de esto depende el pronóstico del paciente.

«El estándar de oro para el manejo del sarcoma es la cirugía para retirar el tumor y, a veces, grupos musculares, puede ser una cirugía mutilante porque a veces hay que quitar grupos musculares o la extremidad completa, por eso podemos hablar de una cirugía pequeña hasta algo radical.

 «No estamos ante una enfermedad indolente, estamos ante una enfermedad muy seria que pone en riesgo la vida del paciente. La sobrevida, en todas las etapas, es del 50 al 60 por ciento en cinco años».

Otras opciones de tratamiento que pueden servir son la radioterapia y la quimioterapia, el sarcoma se puede beneficiar con casi todas las modalidades de tratamiento que existen actualmente para manejar el cáncer.

¿Qué es?

Tumor maligno que se origina en los huesos y tejidos blandos, deben su nombre a la raíz griega «sarcos», que significa carne, y «oma», que significa tumor.

Síntomas

– Una protuberancia que puede ser dolorosa o no.

– Dolor de huesos

– Fractura inesperada de un hueso

– Dolor abdominal

– Pérdida de peso

– Hormigueo

– Debilidad muscular

Factores de riesgo

– Síndromes heredados

– Radioterapia contra el cáncer

– Inflamación crónica

– Exposición a sustancias químicas

– Exposición a virus

– Tratamiento

– Intervención quirúrgica para extraer las células cancerosas.

– Radioterapia.

– Quimioterapia.

– Tratamiento farmacológico.

– Inmunoterapia.

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