EVITA EL CONTACTO CON EL VIRUS
DEL PAPILOMA HUMANO
· Juan Pablo García
Acosta afirmó que la prevención debe ser la piedra angular para luchar contra
el VPH
·
La vacunación en niñas y el uso del condón por parte de personas con vida
sexual activa, los mejores instrumentos para lograrla
El virus del papiloma
humano (VPH) es la infección de transmisión sexual más frecuente en el mundo.
Se estima que a nivel global hasta 80 por ciento de la población sexualmente
activa podría registrar contacto con este en algún momento de su vida, como lo
muestran las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Ello no
quiere decir que todos tendrán una consecuencia catastrófica que los lleve a la
muerte, o vayan a presentar una complicación de salud por esa causa. La mayoría
de los virus papiloma se inactivan por sí mismos, la respuesta de nuestro
sistema inmune se echa a andar y elimina una gran parte”, precisó el académico
de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala, de la UNAM, Juan Pablo
García Acosta.
Al abordar el
tema en entrevista, el universitario señaló: según el Boletín Epidemiológico de
la Secretaría de Salud, en 2022 se registraron 16 mil 525 casos, tanto en
hombres como en mujeres; mientras que en 2023 la cifra fue de aproximadamente
15 mil 900.
Esos datos
indican la importancia del padecimiento y sus consecuencias porque una parte,
sobre todo los vinculados a los virus 16 y 18, son los más importantes al ser
los responsables de aproximadamente 70 por ciento de los cánceres de cuello
uterino, el de mayor frecuencia, añadió el experto.
García Acosta detalló que se trata de un virus tipo ADN perteneciente a la
familia de los Papillomaviridae; tiene la
capacidad de generar infección tanto en las mucosas (considerado de alto riesgo
u oncogénicos), como en la piel. Se han identificado más de 200 tipos, 40 de
estos pueden infectar la mucosa genital y anal de hombres y mujeres.
Existen
aproximadamente 12 con importancia clínica, entre ellos el 6 y 11 se asocian
con mayor frecuencia a las verrugas en piel (condilomas, lesiones benignas),
incluida la región genital; y los menos frecuentes como el 31, 33, 45, 52, 58
causan cerca de 20 por ciento de displasias cervicouterinas.
Además, otros
tipos de neoplasias que afectan a hombres y mujeres son el cáncer anal, vulvar,
vaginal, de boca, garganta y pene, destacó.
“Prácticamente
99 por ciento de casos de cáncer cervicouterino que encontramos en clínica
tienen como antecedente la infección por papilomavirus, de ahí la relevancia
principal de visualizar este problema de salud”, puntualizó García Acosta.
El médico dijo
que el VPH puede permanecer inactivo en el organismo o en fase latente en
numerosos casos; no obstante, “podría ser que el resto de la vida no genere
ningún problema”.
Un aspecto
destacado es que la mayoría de las personas infectadas no tiene ningún síntoma,
ni problemas de salud. Sin embargo, en ocasiones se pueden presentar verrugas
genitales.
El profesor de
la carrera de Medicina de la FES Iztacala explicó: si bien la sexual no es la
única vía de transmisión, es la más frecuente; en términos generales estas
infecciones son temporales y no revisten gravedad, pues pueden ser reducidas de
manera espontánea por el organismo, en los casos de lesiones de bajo riesgo.
Protección
A partir de
que no existe un tratamiento efectivo para disminuir la prevalencia del
papilomavirus o erradicarlo, podemos mitigar sus efectos; sin embargo, lo
importante es no solo atenderlos, sino anticiparnos a su presencia. Es decir,
la medicina con carácter preventivo; “la prevención debe ser la piedra angular
para la lucha contra el virus del papiloma”, aseveró.
García Acosta
sugirió que las personas con actividad sexual deben tener los cuidados necesarios,
como usar preservativo (masculino o femenino), aunque no es 100 por ciento
efectivo, pues cualquier superficie corporal puede ser la vía de contagio o de
infección.
En la
actualidad, acotó, disponemos de inmunización dirigida, principalmente a niñas
a partir de los nueve años, como una de las medidas relevantes que les
permitirá no contagiarse por este tipo de microorganismos y, en consecuencia,
evitar desarrollar cáncer.
El programa de
vacunación considera población objetivo a las mujeres, específicamente a las de
nueve a 11 años, porque inicialmente se asoció la infección al cervicouterino.
Sin embargo, en la actualidad observamos con mayor frecuencia en varones casos
de papilomavirus asociado a cáncer de boca, faringe y laringe.
El
universitario estimó que también mujeres de hasta 26 años podrían recibir el
biológico, pues en el rango de edad de 20 a 25 años –pico máximo de incidencia
de infecciones por VPH– aún se tiene buena respuesta protectora.
Una buena
medida de protección y prevención sería extender la vacunación a la población
masculina en el mismo rango de edad que en ellas, como sucede en algunos países
europeos a partir de 2023. Los resultados están por evaluarse, pero seguramente
habrá buena respuesta porque también disminuiría la incidencia de neoplasias en
ellos, abundó García Acosta.
FUENTE: UNAM