Mayolo López                                     

Agencia Reforma

Ciudad de México 28 noviembre 2024.- «La política es una cosa muy linda, pero todos sabemos que la política es difícil», decía Silvia Pinal.

 La que es considerada «última diva del cine mexicano» incursionó en la política a raíz de su matrimonio con el entonces Gobernador de Tlaxcala, Tulio Hernández. Luego luego fue vista como «Primera Dama» y su arribo a las filas del PRI fue algo natural.

 Pinal primero fue diputada (invitada por Marcelo Ebrard, entonces secretario general del tricolor), luego senadora y después asambleísta. Son muy recordadas las fotos que se tomó con los ex Presidentes Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de Leon.

 En esos tiempos, Pinal figuró en una comilona de apoyo a la tlaxcalteca Beatriz Paredes Rangel, entonces candidata del PRI al Gobierno capitalino.

 En el Senado, la actriz ocupó un escaño como suplente de Esteban Moctezuma Barragán. Y coincidió con otra actriz, Irma Serrano, La Tigresa, que formaba parte de la bancada del sol azteca.

 Además de La Tigresa, fue compañera de escaño de Paredes Rangel, de la maestra Elba Esther Gordillo, del tabasqueño Enrique González Pedrero; de los panistas Gabriel Jiménez Remus, Juan de Dios Castro Lozano y Rodolfo Elizondo Torres, y del perredista Higinio Martínez.

 Otra vez como senador, Higinio Martínez (ahora en las filas de Morena) recordó en entrevista que la presencia de Pinal en el pleno de Xicoténcatl dejaba una buena impresión.

 «Para uno, ver a una personalidad del cine, a una mujer muy famosa, guapérrima, y verla llegar al Senado con uno –un político tal vez con poca presencia, en mi caso–, creo que viendo hacia atrás, de lo que recuerdo hablando con senadores de todos los partidos de los que estábamos, sí generó buena impresión», comentó.

 «Es decir, que una figura del medio artístico, aunque tenía alguna actividad sindical, llegar al Senado, y que se sentara con nosotros, y verla como una mujer política, dejó en ese momento, de entrada, una buena impresión, sobre todo porque ella estaba en el apogeo de su carrera».

 El parlamentario mexiquense aclaró que Pinal «no intervenía mucho, no participaba políticamente; creo que estaba más dedicada a sus actividades privadas. Que yo recuerde, nunca tuvimos una dificultad con ella, que subiera a tribuna y nos insultara. Pero, curioso, no sólo estaba Silvia Pinal, también estaba Irma Serrano (La Tigresa).

 «No sólo estaba Silvia Pinal, sino Irma Serrano, que era parte de mi bancada y que ahí sí había una impresión…, bueno, también una personalidad del medio artístico, y era de armas tomar la señora, y la verdad, lo quiero decir: le dábamos vuelta. Aun siendo del propio partido, pues, por su forma de ser.

 «Silvia Pinal fue una persona que se dio a respetar. Era totalmente tratable. Si no impactante, era emotivo ver a una persona de ese tipo en el pleno. Fue una persona que tuvo buena relación con todos…», remató.

 Beatriz Paredes Rangel, ex lideresa tricolor y ex senadora, explicó que Silvia Pinal llegó al Senado a velar por los intereses de la ANDA, de la que fue dirigente.

 «Silvia Pinal fue una legisladora muy seria, muy profesional. Ella llegó al Senado por su representación gremial. Silvia era líder de la ANDA. Iba con el respaldo de su gremio y presentaba los temas que le importaban a su gremio. Asistía, generalmente, muy elegantemente vestida, pero ni ostentosa ni escandalosa, aunque sí elegante, bien arreglada», recordó.

 Los temas que Pinal presentaba, recordó, «eran puntuales y tenían que ver con los intereses de su gremio y estaba respaldada por los asesores de la ANDA».

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