- El alcalde viajero de San Luis Potosí tiene incontables irregularidades en el manejo de los recursos públicos
San Luis, SLP, 21 marzo 2025.- No hay situación que más moleste a los capitalinos que el opaco manejo que existe de sus impuestos municipales, esto, ante el descaro del alcalde de San Luis Potosí, Enrique Galindo Ceballos, de usarlos para promoverse rumbo al 2027, donde buscará la gubernatura. En un primer caso, se encuentra el dinero recaudado de los parquímetros de la ciudad, el cual se demostró que, para el 2024, hubo una disminución del 35 % con respecto al 2020, año que, en plena pandemia, reportó el ingreso de más de 29 millones de pesos, por lo que es ilógico que, el año pasado, sin restricciones de movilidad, haya sido menor el monto económico que ingresó a las arcas capitalinas.
En cuanto a su proyecto de bacheo, Galindo anunció que rehabilitó más de un millón de metros cuadrados en la ciudad, proyecto que al final tuvo un sobrecosto tres veces mayor a lo presupuestado, aún y cuando el edil usó simple chapopote para darle una embarrada de este material a los baches de las principales calles y avenidas, las cuales, después de las lluvias quedaron igual o peor que como estaba. Cabe señalar que la Auditoría Superior de la Federación le marcó a Galindo Ceballos inconsistencias en estos gastos.
La situación es parecida con el tema de las pipas de agua, ya que Galindo Ceballos ya había sido señalado justamente por sus malas mañanas en el reparto del vital líquido, pagando hasta 110 millones de pesos a Grupo Saserro, cuyo dueño es Santiago Rosillo del Pozo, esposo de la nieta de Marcelo de los Santos Fraga y de Guillermo Pizzuto Zamanillo, de quienes habría tomado el respaldo para fingir una empresa que no cuenta con un solo vehículo utilizado como pipa de agua, sim embargo, la compañía brinda sus servicios en el reparto y traslado del líquido.
Mismo esquema fraudulento se habría llevado a cabo en la capital potosina por parte Enrique Galindo Ceballos en cuanto a la compra y renta de vehículos para las patrullas, cuyo último caso fue el que protagonizó su secretario del Ayuntamiento, Fernando Chávez, quien fue señalado de quedarse con una unidad que tenía reporte de robo del Estado de México y que, además, contaba con placas sobrepuestas, dicho vehículo, aún y con todas estas irregularidades, el Ayuntamiento capitalino habría pagado una suma importante de dinero, incluyendo otros más que no se encuentran en el inventario.
