Gladys Denisse Tello Echeverria                  

Agencia Reforma

Ciudad de México 26 mayo 2024.- Desde el proceso de rodaje de Emilia Pérez, una película que en concepto sonaba disparatada (una narco comedia musical sobre un capo que transicionar en mujer), Karla Sofía Gascón presagiaba que la cinta le cambiaría la vida.

 Tras colocarse como uno de los filmes más comentados en el Festival de Cine de Cannes, la producción francomexicana se consagró con el Premio del Jurado al director Jacques Audiard.

 Gascón y sus colegas, las estadounidenses Selena Gomez y Zoe Saldaña, y la mexicana Adriana Paz fueron reconocidas en conjunto con el galardón a Mejor Actriz; la española de 52 años, quien baila y canta en la historia, es la primera intérprete trans con ese honor.

 Hace unos días, en una llamada con Gente, remarcó que este crédito, el más importante en su trayectoria, marcaría una nueva dirección para ella en cuanto a lo profesional, y que sí, sabía a revancha tras ninguneos y malos tratos en la industria.

 «Esto (el éxito de la película) me va a permitir quizás poder elegir los personajes que hago a partir de ahora y poder callar muchas bocas, lo que más me agrada de esto.

 Alguno antes de dirigirse a mí tendrá que decir: perdón. En esta vida, antes de llegar a un director tan maravilloso e inteligente como este hombre (Jacques Audiard) tienes que pasar por 400 imbéciles en tu vida», comentó.

 En el largometraje, Gascón, quien reside en México, encarna un doble papel estelar: el violento narco «Manitas» y, después, la más amorosa Emilia, luego de transicionar en mujer.

 Compartió que Cate Blanchett la había felicitado por su interpretación y que Rossy de Palma le había dicho que había tanta fuerza en sus roles que se podían tocar a través de la pantalla.

 «Yo suelo ser una persona muy autocrítica con mi trabajo, y creo por primera vez en mi vida que me tengo que callar la boca ante mí misma y decir ‘chapeau’. Va a ser muy difícil repetir esto en mi carrera, estos personajes no los tiene Javier Bardem.

 «Me he divertido como loca creando a «Manitas» y a Emilia, ha sido un proceso maravilloso. Para mí lo más difícil no fue entrar, sino salir de ellos, porque me atraparon. Había momentos en que trataba a Selena y a Zoe como si fueran mi esposa y mi asistente, sus personajes».

 Gascón opinó que era inevitable pensar en que, más adelante, se realice una premier con el talento presente en México, que, a fin de cuentas, es el corazón del largometraje.

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