Adrián Basilio

Agencia Reforma

Ciudad de México 29 noviembre 2024.- Todo ejercicio impacta en la salud física, mental y emocional de los individuos, y permite estar En Forma de una manera integral.

 La actividad física aporta energía, tonifica al organismo y le ayuda a soportar la rutina diaria, también incide en la calidad del sueño. Pero además de eso, el ejercicio sirve para prevenir lesiones y como terapia de rehabilitación, incluso después de una cirugía.

 Desde siempre han existido algunos deportes que no son privativos para competir y, por otro lado, tienen su aspecto recreativo; también son una opción para tratar ciertas molestias físicas e incluso funcionan como terapia de fortalecimiento muscular, sobre todo cuando se trata de intervenciones de cadera o en las extremidades.

 La natación es quizá el ejercicio más socorrido para ayudar a las personas a recuperarse de ciertas lesiones al ser terapéutica, pues, al no implicar cargas y ser un ejercicio físico de bajo impacto, es una excelente actividad para rehabilitación.

 Además, es un relajante ideal para personas que están bajo estrés emocional, como el que hoy en día padecen los habitantes de las grandes urbes.

 Ejercitarse en el agua ayuda a fortalecer los músculos de todo el cuerpo y a corregir la postura, ya que la resistencia que ejerce el agua ayuda a los músculos tanto a relajarse como a tonificarse, dependiendo de la intensidad a la que se nade o los ejercicios que marque el instructor.

 El ciclismo también está considerado una actividad para rehabilitación física cuando se presentan problemas de articulaciones, huesos y ligamentos que impiden realizar otros ejercicios cuyo impacto les afecta.

 Una sesión de bicicleta ayuda a tonificarlos sin mayores riesgos porque no se está ejerciendo presión ni se reciben cargas en estas partes del cuerpo.

 Sin embargo, en ambos casos las terapias de rehabilitación deben ser prescritas y supervisadas por un médico del deporte u ortopedista para realizarlas el tiempo y la intensidad adecuada.

 Caminar es un ejercicio por excelencia para empezar a recuperar la condición física tras una enfermedad o haber salido del quirófano, y si no se tienen problemas de rodilla o talón, el trote también funciona.

Algunos beneficios terapéuticos de la natación

 – Retrasa la etapa de envejecimiento.

 – Incide en la flexibilidad muscular.

 – Impacta en las articulaciones y ligamentos.

 – Ayuda en la circulación sanguínea.

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