Por Aurelio Contreras Moreno

 

Lo que queda del Partido Revolucionario Institucional –esa pequeña parte que no se ha ido a Morena, donde los reciben con los brazos abiertos- entró en una fase de decadencia y descomposición de la que parece, ahora sí, no habrá vuelta atrás.

Este domingo, al estilo morenista –que a su vez es el estilo del más arcaico priismo de la “época dorada”-, Alejandro Moreno Cárdenas encabezó una Asamblea Nacional a modo para aprobar reformas a los estatutos del partido que le permitirían perpetuarse en la dirigencia nacional hasta 2032, convirtiendo al PRI en su personal coto de poder, de la misma manera que ocurre en partidos como Movimiento Ciudadano, el PT o el Verde, que tienen dueño.

 

La dirigencia de “Alito” Moreno es la más desastrosa de toda la historia del PRI. En cuatro años ha perdido 11 gubernaturas y el Revolucionario Institucional pasó a ser la cuarta fuerza política del país. Y a pesar de ello, se apoderó de las estructuras que toman las decisiones en el tricolor a partir del reparto de prebendas, cargos y dinero, desplazando a los grupos y personajes que no se sometieron a sus ambiciones y que han ido desgajando al partido que creó las instituciones de este país en el siglo XX.

 

Su conducción del otrora todopoderoso “partido aplanadora” durante el último proceso electoral fue errática, funesta. Donde se paraba, les restaba simpatías a los candidatos del frente opositor, que no hallaban cómo mantenerlo lo más lejos posible.

 

A su vez, Moreno Cárdenas repartió candidaturas a muchos sin mayor mérito que el de ser sus allegados y ahora, busca perpetuarse hasta la siguiente década en una dirigencia que le permita manejar los recursos que, con todo y el empequeñecimiento del partido a su mínima expresión, siguen siendo cuantiosos. Más aún, cuando se tiene la facultad de decidir a quién se le otorga –o se le vende- una candidatura.

 

La 24 Asamblea Nacional del PRI de este domingo fue una clara muestra de que Moreno Cárdenas será no un dirigente, sino un cacique. Como si fuera un morenista cualquiera, se le fue encima a sus detractores, a los que no dejó pasar a la reunión.

 

“Allá afuera, estos que se dicen que participaban en el PRI, una bola de cínicos, de lacayos, de esquiroles al servicio del gobierno y de sus intereses, que quieren romper la unidad a cambio de impunidad. Pero quiero compartirles a todos: ellos fueron el peor lastre para nuestro partido, ellos estuvieron al frente cuando castigaron al PRI con el Pemexgate, hay militantes del PRI vinculados al asesinato de nuestro candidato presidencial, y eso le costó al PRI. No vamos a tapar a nadie, vamos a exigir cuentas y los vamos a convocar a que cumplan con su responsabilidad”, dijo, en una especie de amenaza, en sintonía con los modos del obradorato.

 

Y como no podía ser de otra forma, a quienes ejercieron durante la Asamblea su legítimo derecho a disentir y votaron en contra de las reformas que le dan todo el control del partido a un solo hombre, los hostigaron, los violentaron y los acallaron.

 

¿En qué carajos son diferentes entonces a los autócratas morenistas que quieren imponer una sola visión, una sola versión de país?

 

El PRI ya no es más un partido, sino otra franquicia política más al servicio de los intereses de un reducido grupúsculo. Una, además, desprestigiada, repudiada por la población y que en un ridículo acto de “contrición”, renegó del “neoliberalismo” –aunque la economía y finanzas del país siguen tan neoliberales como antes- y se asumió de “centro-izquierda”, “socialdemócrata”. Aunque sus formas son tan neoestalinistas como las de Morena, como se comprobó este domingo.

 

Lo mejor que le podría pasar al país es que en tres años, el PRI desaparezca, que pierda el registro. Ya no sirve, ni vale ni aporta nada. De una vez, que se termine de ir a Morena.

 

PAN quemado

 

En Acción Nacional no andan mejor. Están más o menos en las mismas. Marko Cortés le echa la culpa de sus fracasos a los anteriores y su grupo no quiere soltar el poder en el partido.

Qué jodida oposición. Con razón les partieron la madre.

 

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X: @yeyocontreras

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