San Luis, SLP, 25 abril 2025.- Mientras los potosinos continúan esperando a que llegue el agua a sus casas y comercios, el alcalde viajero, -Enrique Galindo Ceballos-, continúa derrochando dinero por todo el mundo, presumiendo sus falsos programas como el denominado “capital al cien”, mismos que son solo de papal, prueba de ello es el abandono que tiene el antiguo camino a la presa de San José.
El que fuera orgulloso paseo dominical de los potosinos, en la actualidad está olvidado, convertido en un basurero maloliente, y con serio peligro para la población, al grado que tuvieron que ser desalojados los pocos comerciantes que aún vendían las tradicionales gorditas, otrora orgullo de la gastronomía local.
Con el riesgo de que los paseantes sufrieran algún accidente por los daños que presenta la estructura de la presa, en su momento se optó por restringir el acceso a paseantes, lo que provocó que el abandono de las autoridades municipales fuera mayor, sin importarle que ahora sea un foco de infección, que incluso ya provocó que sus únicos inquilinos, el Atlético de San Luis, optara por tomar la decisión de irse en unos meses a otro lugar.
Dejando de lado el problema de la invasión de lirio por la incompetencia de del municipio de la capital, el paseo de la presa ya no existe, es un lugar poco recomendable para las familias potosinas, que anteriormente orgullosas presumían ir a disfrutar de las tradicionales gorditas, mientras los niños disfrutaban de los juegos infantiles y los mayores podían realizar caminatas por las escalinatas de la cortina de la presa, incluso había quienes se atrevían a realizar rapel, entre otras actividades.
El San Luis Amable es solo para unos pocos, lejos quedó el tiempo en que los potosinos podían disfrutar del paseo a la presa, ir a realizar ejercicio por las mañanas, y disfrutar se un paseo en familia, por desinterés del alcalde Enrique Galindo.
Ahora hasta el equipo de fútbol de la ciudad dejará esa zona y si bien ellos el club trataba de tener unas instalaciones adecuadas ahora que se marchen, el paseo de la presa estará condenado a morir convertido en un muladar de la “capital al cien”.
