• Su influencia ha sido y sigue siendo esencial para la construcción de un México más justo, inclusivo, democrático y humano: el rector Leonardo Lomelí Vanegas
  • Se trata de un lugar donde se puede expresar la diferencia, comentó Mary Frances Teresa Rodríguez Van Gort
  • Aimée Wagner y Mesa y Eugenia Revueltas, decanas de esa entidad académica, así como exdirectores y eméritos, recibieron medalla conmemorativa

La Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) es y seguirá siendo uno de los pilares fundamentales de la historia de la Universidad Nacional Autónoma de México. Además de ser un bastión en la vida de esta casa de estudios, ha desempeñado un papel primordial en la formación de numerosas generaciones que han moldeado el pensamiento crítico, literario, filosófico, humanístico e histórico de México, afirmó el rector Leonardo Lomelí Vanegas.

Al presidir la ceremonia conmemorativa por los 100 años de esa entidad académica, enfatizó que su influencia ha sido, y sigue siendo, esencial para la construcción de un México más justo, inclusivo, democrático y humano. Su legado radica en que, además de contar con una rica herencia de tradiciones, también tiene capacidad de adaptarse a una realidad en constante cambio.

En el Paraninfo del Palacio de la Autonomía mencionó que en este día tan especial no podemos olvidar la importancia de este recinto, el primero que albergó a la Facultad, en la defensa de valores fundamentales como la libertad, la justicia, la inclusión y la igualdad. La Facultad “ha sido un baluarte de la libre expresión, donde las ideas pueden florecer sin restricciones, se cuestiona el poder y se lucha por sociedades más justas y equitativas”.

A partir de su fundación en 1924, ha sido cuna del conocimiento humanístico donde se han formado pensadores que han transformado a nuestro país, abundó el rector.

Su devenir está íntimamente ligado a la historia de México, ya que durante estos 100 años ha sido testigo y, sobre todo, protagonista de los momentos más cruciales de nuestra nación. Desde su nacimiento es una guía en el camino de generaciones enteras, ofreciendo una comprensión más profunda e integral de nuestra identidad cultural y social, agregó Lomelí Vanegas.

A lo largo de este siglo, prosiguió el rector, ha sido semillero de movimientos intelectuales, políticos, culturales y sociales que han dado pauta a las discusiones éticas en México y más allá de nuestras fronteras. Ha sido un espacio de resistencia y renovación, donde se han discutido las ideas más progresistas y se han propuesto soluciones pertinentes, al tiempo que se ha revalorado y rescatado nuestra herencia cultural.

Alberga en la actualidad a cerca de 11 mil estudiantes y más de mil 600 académicos; tiene una vasta oferta como 13 licenciaturas escolarizadas y nueve en el Sistema de Universidad Abierta y Educación a Distancia; y participa en 15 programas de posgrado que representan 35 por ciento de los que ofrece esta institución, manifestó.

El enfoque interdisciplinario que aquí se cultiva, que integra disciplinas como la filosofía, la historia, la literatura, el teatro, la geografía y la bibliotecología, es más relevante que nunca. Necesitamos de esta visión para encontrar soluciones a los retos que acontecen. Esta instancia tiene ante sí el desafío de continuar siendo un espacio de innovación y creatividad, de mantenerse a la vanguardia en la investigación y la enseñanza, aseveró el rector.

Al hacer uso de la palabra, Mary Frances Teresa Rodríguez Van Gort, directora de la FFyL, expuso que en esa entidad habitan las ciencias sociales, las humanidades, incluso se imparten cursos afines a las ciencias naturales. Sus voces diversas son la base de su belleza. Se trata de un lugar donde se puede expresar la diferencia.

La memoria nos permite observar el trayecto que nos ha llevado hasta el momento en el que nos encontramos, reinterpretando el camino para explicarnos el presente; nos reúne ante un hito del ahora, fruto de las obras de miles de personas a lo largo de 100 años, acotó.

Celebrar su primer centenario, apuntó, tiene muchos significados y es motivo de regocijo para nuestra comunidad al pensar los logros recolectados en el tiempo; genera solemnidad al permitirnos recordar aquellos que fueron dejándonos en nuestro andar.

También nos permite celebrar y reflexionar sobre las cicatrices y facturas que nos dieron forma como comunidad, como habitantes de nuestra Facultad. Habitar es fundamental y sabemos que existir entre sus muros es una experiencia vital, subrayó Rodríguez Van Gort.

Aimée Wagner y Mesa, decana de la entidad, señaló que es el mejor lugar para investigar, reflexionar, buscar, experimentar y crear “con mayúsculas”, a través de los distintos campos de nuestra Universidad que, como su nombre lo indica, no se cierra a una teoría o filosofía, que permite el desarrollo pleno de sus integrantes y donde conviven las más diversas posturas.

La académica recordó que, fundada en 1924, la entidad cambió de nomenclatura en 1934 por Facultad de Filosofía y Bellas Artes, y en 1938 pasó a ser definitivamente Facultad de Filosofía y Letras. Su campo de estudio es vasto y significativo: engloba filosofía, literatura, historia, entre otras.

La también decana, Eugenia Revueltas, entre anécdotas, resaltó que los estudiantes, docentes y trabajadores forman una comunidad unida y durante “los 59 años que he vivido ahí, contando los de estudiante, eso se ha mantenido”. Siempre hemos luchado por nuestros ideales.

Filosofía siempre está abierta a todas las expresiones; podemos diferir, pero siempre hay la posibilidad de diálogo, con espíritu de colaboración, recalcó la universitaria.

En el acto se hizo entrega de medallas conmemorativas del Centenario de la Facultad a las dos decanas, a exdirectores y a eméritos; se proyectó un video y se develó una placa conmemorativa.

Al acto asistieron integrantes de la Junta de Gobierno y su presidente en turno, Enrique Cabrero Mendoza; Patricia Dolores Dávila Aranda, secretaria General; directores de entidades académicas; Bertha Rodríguez Sámano, secretaria General de la AAPAUNAM; autoridades universitarias y representantes de la comunidad de la FFyL.

Fuente: UNAM

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