Guadalupe Oviedo González                        

Agencia Reforma

 

Monterrey, NL 16 julio 2024.- El Presidente chino Xi Jinping quiere convertir a su país en un coloso manufacturero que lidere el mundo en innovación tecnológica, pero su búsqueda de esa visión pesa cada vez más sobre la economía, destacó The Wall Street Journal.

 

El diario indicó que el crecimiento se está desacelerando y volviéndose más desequilibrado, apuntalado por las exportaciones y una oleada de inversiones en las fábricas, mientras gran parte del resto de la economía languidece.

 

Sin embargo, apuntó, son bajas las expectativas de que Xi haga una corrección significativa del rumbo en la reunión del Partido Comunista de esta semana, al seguir anteponiendo otras prioridades a las medidas para mejorar la economía.

 

Este año, Xi parece más centrado en medidas para hacer que China sea menos dependiente de la tecnología occidental, de chips y de otros bienes esenciales, así como establecer una posición dominante en industrias que considera críticas para el futuro, incluyendo energías limpias, autos eléctricos e informática avanzada.

 

Con ese fin, y para apuntalar el crecimiento económico, Xi ha estado invirtiendo dinero en las fábricas de China. Hasta ahora, los resultados han sido, en el mejor de los casos, mixtos, con un debilitamiento del crecimiento interno y crecientes tensiones comerciales en el extranjero.

 

El Journal señaló que, de acuerdo con especialistas, no se espera que apostar más fuertemente por la manufactura resuelva los problemas de China e incluso podría causar daños adicionales al empeorar aún más las relaciones con EU y otros países.

 

El PIB de China creció 4.7 por ciento anual en el segundo trimestre del 2024, informó la Oficina Nacional de Estadística, por debajo del 5.1 por ciento previsto por analistas consultados por Bloomberg.

 

Sin embargo, se espera que el pleno del Partido Comunista ponga el sello político de China en la visión de Xi, ignorando los pedidos de Occidente de centrarse en un crecimiento más equilibrado liderado por un mayor consumo chino.

 

«La economía china se está hundiendo», expuso Eswar Prasad, profesor de política comercial en la Universidad de Cornell y ex jefe de la división de China del FMI.

 

Afirmó que se necesitan urgentemente más estímulos para estimular el gasto y reformas económicas para reactivar la confianza del sector privado en el país.

 

Xi espera que impulsar la manufactura cree una economía más fuerte que pueda superar estos y otros vientos en contra.

 

Pero la desventaja de sus planes es cada vez más evidente. Impulsar la producción fabril sin impulsar la demanda ha llevado a meses de caída de precios y débiles ganancias corporativas, además del creciente malestar internacional por el aumento de las exportaciones de China.

 

La economía china está mostrando «graves desequilibrios», señaló Wei Yao, economista jefe para China de Société Générale, en una nota de investigación.

 

«La economía avanza cojeando debido a la demanda externa y al impulso de la oferta, mientras que la demanda interna sigue muy deprimida».

 

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