Francisco Morales                                

Agencia Reforma

 

Ciudad de México 20 junio 2024.- Tras un sexenio ríspido y de alejamiento entre la comunidad científica y el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), que incluso derivó en una persecución judicial, la noticia de la transformación de este órgano en una nueva Secretaría de Estado fue leída como una buena señal de cambio.

 

 Este jueves, la virtual Presidenta electa, Claudia Sheinbaum, reveló la creación de la nueva Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (SECIHTI) y el nombre de quien será su primera titular: la doctora en biología Rosaura Ruiz.

 

 Si bien la pertinencia de elevar el Consejo al rango de Secretaría no es compartida de forma unánime, científicos consultados por REFORMA coinciden en que es una muestra de un renovado interés por un sector particularmente golpeado en el sexenio actual.

 

 «Es una muy buena noticia porque pone a la ciencia, la tecnología y a la innovación en un nivel diferente y además me parece que la selección de quien la va a dirigir también es muy buena», resume la física Julia Tagüeña.

 

 «Yo suelo ser optimista y lo veo con muy buenos ojos. Desde luego que esta Secretaría va a tener que recibir un fuerte apoyo económico porque, si no, no va a poder moverse en la investigación, la ciencia, la tecnología y la innovación, pero el hecho de que se le dé ese estatus a la CTI (Ciencia, Tecnología e Innovación) yo creo que es bueno», matiza.

 

 Si bien la idea de crear una secretaría de CTI ya era un asunto que se discutía en el ámbito científico y académico desde hace años, uno de los antecedentes más recientes es una propuesta realizada por la red ProCiencia MX.

 

 El pasado diciembre, la organización ciudadana de científicos, investigadores, médicos y académicos presentó un documento con propuestas para formular una política de Estado en materia de CTI.

 

 Entre las políticas sugeridas a los entonces presidenciables, una de las preponderantes era la creación de una Secretaría de Estado para el sector.

 

 «Me dio mucha felicidad, porque creo que es importante para el sector. Ahora ya vamos a estar a otro nivel, se va a estar en el gabinete, se va discutir cara a cara con los otros secretarios y secretarias de Estado», expone la investigadora Gabriela Dutrénit, quien participó en la redacción del documento de ProCiencia Mx.

 

 «Se va a poder hacer mejor la transversalidad de la ciencia, la tecnología y la innovación, porque es un sector transversal, porque tú tienes CTI en agricultura, en medio ambiente, en economía, en la Secretaría del Trabajo; en todos lados», ejemplifica.

 

 El anuncio ha sido leído también como una forma de distanciarse de la gestión actual del Conahcyt, a cargo de la biotecnóloga María Elena Álvarez-Buylla.

 

 «Celebramos que se eleve a rango de Secretaría, yo creo que ciertamente es una cosa muy buena. Ahora, por otro lado, que quede esto en manos de Rosaura Ruiz, que es una científica reconocida, expresidenta de la Academia Mexicana de Ciencias, da bastante buen sabor de boca», señala el biomédico David Romero.

 

 «Su capacidad de discusión, de incorporación de ideas, es mucho mayor que la que tiene la actual rectora del Conahcyt, que en realidad, más bien, generó más conflictos que soluciones para el sector», señala.

 

 Como es natural, no obstante, algunos científicos acompañan el mensaje que entraña el anuncio, pero no están seguros de que la creación de una nueva secretaría sea lo mejor.

 

 El astrofísico José Franco, por ejemplo, plantea que, aunque hay experiencias en el mundo con secretarías similares, ninguna ha tenido mucho éxito para tomarse como modelo para la nueva dependencia.

 

 Sin embargo, considera un avance la conversión en secretaría del actual Conahcyt.

 

 «Yo creo que el Conahcyt, así como fue dejado por la actual directora, hizo que la ciencia y tecnología del País estuvieran como un enfermo moribundo, entonces yo creo que está muy bien que se piense en una renovación de este tipo y vamos a ver cómo funciona», opina Franco.

 

 Del mismo modo, el biólogo evolutivo Antonio Lazcano, también una de las voces más críticas de la gestión actual, se muestra todavía escéptico sobre el cambio de Consejo a Secretaría.

 

 «Elevar la ciencia al nivel de gabinete me parece que es importante en cuanto mensaje político, pero tiene una serie de desventajas», advierte.

 

 «Algún politólogo me explicaba hace tiempo, puede estar equivocado, pero me explicaba que en las Secretarías el ejercicio presupuestal ya está muy marcado, es muy rígido, mientras que en organismos centralizados, en agencias como el Conahcyt, hay una flexibilidad que puede ser muy importante dependiendo de las necesidades de la investigación o de las emergencias», contrasta.

 

 También es cauteloso al evaluar el perfil de Rosaura Ruiz, con quien cursó la licenciatura en la Facultad de Ciencias de la UNAM, y en quien ve una carrera más dedicada a la administración pública que en la investigación.

 

 «Tanto ella como la presidenta electa, la doctora Sheinbaum, han subrayado mucho como sus grandes logros en el Gobierno de la Ciudad la creación de las universidades Rosario Castellanos y Benito Juárez, y a mí me gustaría ver una evolución crítica, muy meticulosa, muy cuidadosa, de los planes de estudio, las carreras, los recursos de eficiencia terminal», reflexiona Lazcano.

 

 «No por tener un criterio eficientista, sino porque, finalmente, significa que ahí están en juego los destinos de muchos jóvenes», expuso sobre el otro encargo de Ruiz, que es hacer el proyecto de las universidades nacionales Rosario Castellanos y la Universidad de la Salud.

 

 Otros científicos ven en la primera mujer presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias a alguien cercano al gremio, como lo mostró cuando recibió a ProCiencia Mx durante la campaña para conocer sus propuestas para el sector.

 

 «Reconocemos en la doctora Ruiz mejores capacidades para la conducción del sistema de ciencia y tecnología. ¿Qué es lo que esperamos de ella? Que actúe como suele ser: abierta como para escuchar diferentes puntos de vista, receptiva como para incorporarlos», apunta Romero.

 

 «Le reconozco, desde hoy, un genuino interés en que en México haya una mejor y mayor ciencia», abunda.

Conózcala

Nombre: Rosaura Ruiz (CDMX, 7 de julio de 1950).

 

– Estudios: Licenciatura, Maestría y Doctorado en Biología por la Facultad de Ciencias de la UNAM, con una estancia posdoctoral en la Universidad de California y profesora invitada de esa institución.

 

– Cargos: Colaboró con Claudia Sheinbaum en el Gobierno de la CDMX como Secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (Sectei). En 2008 se convirtió en la primera mujer en presidir la Academia Mexicana de Ciencias (2008-2010). Fue Directora de la Facultad de Ciencias de la UNAM (2010-2017), integrante de la Junta de Gobierno de la Máxima Casa de Estudios y aspirante a la Rectoría.

 

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