Rolando Herrera

Agencia Reforma

 

Ciudad de México 25 abril 2024.- El «Plan C» del Presidente Andrés Manuel López Obrador, que ha hecho suyo la candidata de su partido, Claudia Sheinbaum, pretende «morenizar» el Estado capturando los contrapesos que han resistido, advirtió ayer Denise Dresser.

En una charla con suscriptores de Grupo REFORMA, ante quienes presentó su libro «¿Qué sigue? 20 lecciones para ser ciudadano ante un País en riesgo», hizo un llamado a razonar el voto del próximo 2 de junio y a defender la democracia.

«El famoso ‘Plan C’, por el que se está pidiendo que vote la población es: ‘salgan a votar por la autocracia’, porque significaría la morenización de la Suprema Corte y la morenización del INE. En otras palabras, la captura del Estado por parte de un partido», advirtió.

Sin gana Sheinbaum, dijo, va a tener a fin de año la posibilidad de nombrar un Ministro de la Corte y, con ese nombramiento, los integrantes del máximo tribunal que responden a los intereses de la Cuarta Transformación sumarían cuatro y alcanzarían a imponer vetos.

Esto significa, explicó, que la Corte ya no funcionaría como contrapeso para evitar que se declaren actos de inconstitucionalidad.

Por ello, señaló, es trascendental que Morena y sus aliados no consigan la mayoría calificada en el Congreso, pues serían las cámaras, la de Diputados y la de Senadores, en donde se podría dar la batalla por la preservación de la democracia y sus instituciones.

«Yo creo que a lo que más debemos tenerle miedo es que Morena arrase en la próxima elección, que tengan mayoría calificada o que logren construirla después con miembros de otros partidos», advirtió.

Docente desde hace 30 años en el ITAM, donde imparte la cátedra de Política y Gobierno de México, Dresser externó que ha observado cómo el País ha tenido una regresión, pues los avances que se habían registrado en las últimas décadas se han venido desmontando paulatinamente.

«Empecé a darme cuenta en estos últimos años que en el aula otra vez estábamos haciendo análisis político como en la década de los ochentas y hasta mediados de los noventas, donde para entender la política tenías que meterte a la cabeza del Presidente: a quién saludó, a quién le alzó el brazo, a quién va a elegir como su sucesora.

«Estábamos regresando otra vez a analizar el País así. Y eso también estaba reflejando algo muy grave, que ha sido la reconstitución en lo político y en lo institucional de lo que llamábamos ‘La Presidencia Imperial'», refirió.

«He sentido a lo largo de estos seis años una terrible de déjà vu, de ‘esto yo ya lo viví’. Porque yo sí soy sobreviviente del País que no tenía contrapesos. El País del Tlatoani omnipotente (…) En todos los sistemas sin contrapesos, sin instituciones, sin reglas, las historias terminan mal. Y esa es una lección que ya debíamos haber aprendido».

Dresser dijo que López Obrador se ha construido un gran respaldo de la gente por apostar a la polarización y porque muchas personas no se han resistido al encanto de la seducción autoritaria.

«Si hubiera aquí colegas, ex amigos, personas que son ahora porristas de la llamada Cuarta Transformación, me dirían: ‘Denise, estás equivocada porque el Presidente es muy popular, ve las encuestas. Eso significa que hay una extraordinaria aceptación a lo que está haciendo, esa aceptación es democracia’.

«No, señoras y señores, (Donald) Trump es muy popular, quizá incluso gane la elección estadounidense y eso no significa que sea un demócrata», sostuvo.

«Lo que está sucediendo hoy en el mundo es que las democracias ya no están muriendo por golpes de Estado, bajo dictaduras militares. Están muriendo por la vía de líderes democráticamente electos que llegan al poder y usan su legitimidad para concentrar poder. Son Presidentes que gobiernan polarizando a la sociedad, explícitamente usan la narrativa del pueblo contra las élites, el pueblo contra los saqueadores, el pueblo contra la oligarquía. Y además reescriben la historia para hacerle creer a gran parte de la población que lo que había antes de que ellos llegaran no era democracia», indicó.

La lucha que ahora deben dar los mexicanos, consideró Dresser, es por aspirar a vivir en una sociedad democrática en donde los contrapesos y las instituciones funcionen y en la que exista una clase media robusta y nadie necesite de la dádiva del Estado para tener lo necesario y ejercer su ciudadanía.

 

ASÍ LO DIJO

«El famoso ‘Plan C’, por el que se está pidiendo que vote la población es: ‘salgan a votar por la autocracia’, porque significaría la morenización de la Suprema Corte y la morenización del INE. En otras palabras, la captura del Estado por parte de un partido».

 

«He sentido a lo largo de estos seis años una terrible de déjà vu, de ‘esto yo ya lo viví’. Porque yo sí soy sobreviviente del País que no tenía contrapesos. El País del Tlatoani omnipotente (…) En todos los sistemas sin contrapesos, sin instituciones, sin reglas, las historias terminan mal. Y esa es una lección que ya debíamos haber aprendido».

 

«Lo que está sucediendo hoy en el mundo es que las democracias ya no están muriendo por golpes de Estado, bajo dictaduras militares. Están muriendo por la vía de líderes democráticamente electos que llegan al poder y usan su legitimidad para concentrar poder».

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