Gelmin Omar González Hernández
Agencia Reforma
Ciudad de México 1 abril 2024.- Este año, la inflación en México enfrenta un panorama más complejo que en 2023, ya que tiene diversos «vientos en contra», entre ellos una política fiscal expansiva, un mayor consumo interno y más ingresos derivados de aumentos salariales, aseguró Irene Espinosa, subgobernadora del Banco de México (Banxico).
«Vemos, en mi opinión, un panorama más complejo de lo que veíamos antes porque, si bien, ya se redujo de manera importante, estamos viendo que la inflación subyacente, y sobre todo el componente de servicios, muestra una persistencia muy fuerte», señaló en entrevista con REFORMA.
Apuntó que, prácticamente, desde marzo de 2023, la inflación de servicios no ha dado muestra de una caída, e incluso en la primera quincena de marzo se elevó a 5.57 por ciento la tasa anual.
«(Además), hoy en día tenemos vientos en contra que no teníamos hace un año, como una fuerte demanda interna, una política fiscal expansiva (aumento de la demanda agregada por un incremento del gasto público planteado por el Gobierno)», resaltó.
El consumo interno está impulsado por mayores ingresos de las personas y programas sociales que implican transferencias directas a adultos mayores y jóvenes, a lo que se suma el flujo de remesas, detalló.
Para Espinosa, la política de incrementos salariales también representa otra presión para la inflación.
«La política de incrementos de salarios mínimos era menos preocupante que lo que vemos ahora. Ahora ya son cinco años de incrementos de alrededor del 20 por ciento anual», explicó.
Espinosa compartió que, al igual que el resto de los mexicanos, se ha visto afectada por la inflación.
Externó que la inflación la ve de manera muy clara en dos productos que ella consume: la tortilla y el frijol, uno de sus alimentos favoritos.
En febrero de 2020 -previo a la pandemia de Covid-19-, el kilo de tortilla costaba 14 pesos y actualmente su precio es de 21 pesos, mientras que en el mismo periodo, el kilo de frijol pasó de 32 a 53 pesos.
«Eso, por lo menos en mí, refleja el enorme peso de la responsabilidad de no titubear en la lucha contra la inflación, porque la inflación que ya se materializó, ese nivel de precios ya no lo vamos a revertir a menos que haya deflación, que es muy poco probable.
«Me llama a no tener ningún tipo de complacencia en términos del nivel de la tasa de inflación», aseveró.
Enfatizó que en materia de política monetaria, Banxico -cuyo mandato principal es mantener una inflación baja y estable- debe realizar un esfuerzo ‘más fuerte’.
Si bien declinó profundizar en las razones por las que votó por mantener la tasa de referencia de Banxico en 11.25 por ciento en la última reunión de política monetaria, cuando el resto de los subgobernadores se pronunció por una baja, resaltó la necesidad de tener cautela en los próximos movimientos.