• Del 2 al 4 de octubre próximo se realizará en México el Tercer Congreso Internacional de Terapia contra el Cáncer: Avances Químicos y Biológicos

  • Mariano Martínez Vázquez, Lena Ruiz Azuara, Marcela Lizano Soberón, Alejandro Zentella Dehesa y Jorge Meléndez Zajgla abundaron en la necesidad de trabajar de manera conjunta en beneficio de la población

México cuenta con excelentes grupos de investigación y para tener mayor incidencia en la ciencia se necesita más cooperación, razón por la cual mediante el Tercer Congreso Internacional de Terapia contra el Cáncer: Avances Químicos y Biológicos se pretende establecer puentes para que la información generada en los laboratorios de nuestro país llegue al paciente, destacó el investigador del Instituto de Química (IQ) y principal organizador del encuentro, Mariano Martínez Vázquez.

En entrevista, recordó que el objetivo es reunir -del 2 al 4 de octubre próximo en la Biblioteca del IQ- las investigaciones efectuadas en nuestra nación que han aportado avances en la obtención de compuestos farmacológicos y en el estudio de los diferentes tipos de tumores que afectan al mexicano.

Cabe mencionar que al encuentro se invitó a representantes de la industria farmacéutica con el objetivo de conocer el trabajo que se lleva a cabo en México y que mantengan comunicación con las y los investigadores. 

La profesora e investigadora de la Facultad de Química de la Universidad Nacional, Lena Ruiz Azuara, consideró fundamental el trabajo conjunto de investigadores para el progreso de fármacos y su vinculación con los laboratorios mexicanos, que conduzca al desarrollo de las fases preclínicas de la prueba de medicamentos.

Sin embargo, comentó, actualmente hay reticencia de los médicos a probar productos creados en universidades y dependencias de investigación que no provengan de la industria.

A lo largo de su historia, México ha creado productos naturales, sintéticos e inorgánicos que benefician la salud de la población; el reto está en romper esa primera barrera que representa la realización de las pruebas clínicas de estos compuestos, subrayó.

Marcela Lizano Soberón, investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBO), manifestó que parte de la investigación realizada en el país es referente al reposicionamiento farmacológico; es decir, probar medicamentos oncológicos utilizados en enfermedades no oncológicas y viceversa.

En su grupo de trabajo, explicó, se estudian tumores asociados, en particular el virus del papiloma humano, como cáncer cervicouterino, orofaríngeo, entre otros. Si bien hay vacunas eficientes, la incidencia y muerte en México sigue en aumento, por ello continúa como un nicho importante de investigación para encontrar características que ayuden al paciente, así como crear nuevas estrategias terapéuticas.

A su vez, el también investigador del IIBO, Alejandro Zentella Dehesa, dijo que es una responsabilidad social reencontrarse con la iniciativa privada, pues sin ella no se logrará avanzar. Naciones como la India han demostrado que el capital privado permitió que se constituyera en una potencia económica y farmacológicamente independiente.

México tiene tradición herbolaria y por su posición geográfica cuenta con gran diversidad animal y vegetal de los que se obtienen productos químicos con potencial para la medicina. “Tenemos un enorme catálogo con muchos compuestos, no solo para el cáncer, el problema es trasladarlos al ámbito de la atención médica en el sistema de salud y ese es todavía un gran problema”, argumentó.

En tanto, el director del Instituto Nacional de Medicina Genómica, Jorge Meléndez Zajgla, mencionó que el cáncer es una enfermedad cada vez más importante por dos razones: el cambio de perfil epidemiológico del país porque cada vez tenemos mayor porcentaje de jóvenes y el hecho de que estamos viendo una transición en el tipo de tumores, pues cada vez se encuentran más casos de cáncer de colon, mama, etcétera, en pacientes de esa población.

Por otra parte, está la evolución de diagnóstico que se ha acelerado en los últimos 10 o 15 años con el uso de herramientas moleculares, lo que lleva a diagnósticos también de mayor precisión. Esto sitúa al país en un conundrum (algo de difícil decisión), añadió el también investigador.

Los científicos coincidieron en señalar que, ante este panorama, México necesita mejores estrategias para tratar y diagnosticar el padecimiento, además de establecer nuevas terapias, para lo cual es necesario fortalecer la colaboración entre las instituciones y crear novedosos métodos de tratamiento con talento local.

FUENTE: UNAM

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